Un rostro apenas dibujado, una sabana cubriéndolo, dos cuencas vacías y una mano trazada por huesos en donde cada detalle de falanges y cartílagos sobresale...y una guadaña.
Es la imagen tradicional de la muerte, de la pelá, la parka, de ese miedo ancestral a no existir más, a morir, a no estar más sobre la tierra.
Debe ser sorprendente para los adultos y para nuestros padres y nuestros abuelos, descubrir que esa imagen de muerte para los jóvenes de hoy, no eriza cabellos, no amedrenta y peor aún, esta integrada como símbolo, como icono usado cotidianamente en banderines, poleras, mochilas, llaveros.
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- ¿Podía ser de otro modo para jóvenes que nacieron y se criaron escuchando de la muerte de amigos de sus padres, de padres de sus jóvenes vecinos torturados, de secuestros, de detenidos desaparecidos, de caídos en las barricadas, marchas y protestas? ¿Podía ser de otro modo cuando ven desfilar en los tribunales, a los que se suponen son los que resguardan el orden publico, para responder por crímenes, dinamitados, estrangulados, y ahora nuevamente mapuches asesinados?
¿Puede ser diferente para jóvenes a los que se les esconde las verdades, se le habla en doble lenguaje, se les manipula, se les usa y solo se les valora en cuanto "consumidor", "deudor" o en cuanto "rindan" en una faena?
Hablo de los jóvenes de las poblaciones, los que difícilmente podrán encontrar un trabajo decente o titularse en una universidad y que sin duda serán vendedores en las micros, lustrabotas, reponedores en supermercados, tiraran el paño para vender artesanía, junior, jardinero, en fin. Para ellos esta decretado de antemano el "no ser”, “no estar", "no poder", que son otras formas de muerte. Poco a poco la van percibiendo. Marginados, excluidos, sin acceso. Viven en hogares con problemas en donde generalmente sobran, estudios no pueden realizar porque no hay guita y si pueden entrar a algo, no tienen para movilizarse, para comer o para comprar un libro o un apunte, a lo más podrán aspirar a una "capacitación" de esas que da la municipalidad para que vean que algo se hace.
El hastió, el aburrimiento, la falta de horizontes, la falta de un lugar para simplemente estar, las esquivas monedas que todo lo abren, varita mágica que no tienen y que trataran de alcanzar entonces a como de lugar.
La ciudad se ha amurallado para ellos. Entre muros, las luces de lo brillante y la fanfarria del dinero, incluido el moll, templo sagrado del placer de consumir. Extra muros nuestras calles polvorientas en verano, anegadas y llenas de barro en invierno, pavimentos con un cráter por metro cuadrado, los barriales, el frio, la falta de luz, el frio colándose por todas las rendijas y la parafina subiendo día a día, el hambre rasguñando las entrañas, las necesidades rasguñando el alma, desesperadamente, dejándonos con rabia que se une a la rabia ya acumulada, a la frustración ya sentida, y de tanta rabia, de tanta frustración, de tanto nada, de tanto no ser...llega el " me importa una wea", "váyanse todos a la chucha" "yo vivo como puedo" "ustedes no salvan a nadie", "no estoy ni ahi" , me salvo solo, me meto en cualquier movida, la desesperanza y el limite transgredido a cada momento.
Un pito, el copete, un nevado, grapa con bebida, un marciano, un mono ¿Que más da? Es un minuto de goce, un minuto de felicidad escurridiza, un minuto de placer tantas veces negado, si ya no somos...que mas vale que quedemos para la caga..alguien se hará cargo de nosotros, qui pa….llevemos la tele de la vieja, llevémoslo y luego regresemos por el equipo, por la ropa, por lo que sea que nos de las monedas para....para que pase algo en la vida. ¿Que importa quedar tísico, que mierda importa quemar neuronas si nadie nos pesca, que importa que nos miren si nunca nos miran, si nosotros no tenemos mañana, nosotros tenemos solo hoy...ni siquiera tenemos pasado.
Mas acá, intramuros, los dueños del poder y la riqueza siguen construyendo "su sociedad". ¡El ipsa subió! ¡las acciones van para arriba! Acumular, acumular, acumular...invertir ahora en Perú, en Argentina.¿ Buen negocio es el riteil no?¿que importa la crisis del petróleo?,¿ a quien le importa la crisis de la energía, de los alimentos, de la contaminación, la crisis financiera, que el capitalismo central se sostiene solo en la industria armamentisma y necesitan desesperadamente la guerra, la guerra de Kosovo, de Afganistán, de Irak, de Osetia de l sur, de Georgia y Rusia, que importa si solo se trata de acumular, acumular y acumular?
Intramuros importa decretar cargos fijos, bajar impuestos, trabajadores flexibles, cesantes presionando hacia abajo el costo de la mano de obra, lanzar al mercado zapatillas choras, equipos ultima chupada del mate, celulares que te llevan la agenda, cualquier cosa que se venda y nos permita acumular, acumular...incluso vender basura envuelta en papel de cultura..y si no tienen para pagar ahora con tarjeta, dinero plástico, endeudamiento....
Por la Huamachuco, por Galo González en la Vicky, por la Yungay, por calle Olimpo en Maipú, por la Costanera Sur, por Ochagavía, por Ramón Cruz, por la Bulnes en Renca, por todas las poblaciones marchan caminando, perdón, deambulando los sin esperanzas, sin fuerzas, desesperanzados y con la guadaña de la muerte en las manos. Y la muelen, la fuman, la inyectan, la beben y tiene decenas de nombres y colores. La guadaña de la muerte. La droga que sostiene a otros poderosos que encontraron aquí su mina de oro.
Los bacanes en sus mansiones ríen. Además de sus ejércitos para intervenir en caso que, además de los políticos que tienen para administrarles su estado, ahora tienen esta otra guadaña que ni siquiera deja pensar a los jóvenes.
La muerte ya no es un misterio, ni es un asombro. Muchachitos de trece o catorce años andan enfierrados y disparan sin preguntar. Ya les da lo mismo si buscan la guita providencia arriba o la quitan a la mama del amigo. No hay miedo a la muerte porque ya están muertos, porque se levantan cada mañana sabiendo que no tienen ningún mañana.
Y en medio de una volada, un joven que vi algún día, se levanta, va al muro y escribe: La droga mata al volado...pero el volado no le teme a la muerte porque ya está muerto.