El 22 de Julio de 1633, la Iglesia Santa María sopra Minerva, a través del Tribunal de la Inquisición condenó a Galileo Galilei a arresto domiciliario, impidiéndole proseguir sus trabajos académicos. El gran crimen de Galileo fue sostener que la tierra no era el centro del universo y enseñar que un conjunto de planetas giraba en torno al Sol.
Años después, el pintor español Bartolomé Esteban Murillo lo retrató en un calabozo y la frase “ Eppur si mouve” (y sin embargo se mueve) generándose toda una leyenda respecto a la resistencia y porfía de quienes no aceptan la imposición de “verdades” fabricadas ex profeso para mantener intereses y privilegios. Algo similar al invento del “eje del mal” y la lucha contra el terrorismo del imperialismo norteamericano que esconde las operaciones para apoderarse del petróleo, agua y mercados a escala planetaria, o en las versiones “rasca” y piñuflas chilenas como el “Plan Zeta” (supuesto plan de Allende para matar a sus opositores que fue enarbolado para justificar el golpe de estado del 73) y ahora el “caso bombas” que finalmente se ha desmoronado hundiendo al poder judicial, a fiscales y al Ministerio Publico en disputas y acusaciones cruzadas.
“Eppur si mouve” es el inicio de la resistencia activa. Es el rezongo originario, la rabia mezclada con miedo, la frase mascullada ente dientes porque aun domina la impotencia, cuando aun no existe la determinación de luchar, de resistir, de enfrentar a o los poderosos.
Y en el Chile actual son muchos los indicios que nos muestran que estamos transitando desde el “Eppur si mouve” a formas de rechazo a la dominación capitalista, cada vez más francas, activas y de confrontación.
Un juez, con inusual valentía declara a los cuatro vientos que las pruebas presentadas en el “caso bombas” son argumentos de sociología barata, de cuarta categoría y pone en libertad a la mayoría de los detenidos por este “caso”. Una magistrada de otro tribunal declara ilegal la acción de detención de los manifestantes que reclamaban por la aprobación del proyecto Hidroaysen.
En la Octava Región una serie de organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, sindicales, de pobladores se agrupan en una organización para defender el derecho que les asiste a usar EL AGUA que las grandes empresas están capturando abusivamente es desmedro del uso para los hogares de la amplia mayoría de la población, caso que se repite con niveles de enfrentamiento más altos en el valle de Aconcagua.
Si. Definitivamente “algo está pasando” y la cosa se mueve. Estudiantes organizándose y coordinándose para desatar amplias movilizaciones en defensa del derecho a la educación y criticando la educación de mercado, movilizaciones que se suman a las protagonizadas por mapuches reivindicando sus derechos, a las de los pobladores que hace pocos días marcharon en la capital, a las manifestaciones y declaraciones de los “terremoteados” de diversos puntos del país que siguen sin recibir el apoyo prometido y viviendo en condiciones indignas. Se mueve, lentamente el topo de la historia hace su trabajo y comienzan a aflorar las “verdades verdaderas” de los millares de personas que no gozan en este país de los éxitos de la macroeconomía y que viven en el endeudamiento, las carencias y sacrificios para obtener migajas de salud, migajas de educación y viviendas miserables. Sin duda que la esperada y anunciada alza del pan y de los alimentos básicos pondrá otro palito al fuego de la lucha de clases que parecía apagado por tupidas capas de cenizas ideológicas que impedían a muchos distinguir entre el rescoldo las futuras llamaradas y que se habían apresurado a dictaminar “sus verdades” acomodadas: que no es o no era posible en Chile levantar un programa de lucha consecuente en función de los intereses populares y que simplemente había que aceptar el marco institucional impuesto por la dictadura.
Parafraseando la Segunda Declaración de La Habana, “nos consideraba rebaño impotente y sumiso; y ya se empieza a asustar de ese rebaño” y por ellos la ciudad sitiada para el Primero de Mayo, por ello el poder reajusta el Ministerio Publico y se apresta a utilizar nuevos métodos en su objetivo de criminalizar la lucha y protesta social, conscientes de que deben frenar ahora al movimiento popular, en momento en que se gesta una nueva etapa de ascenso de las luchas populares. Por eso es que se avisora una jornada de fuertes movilizaciones para el 21 de Mayo, preambulos de un objetivo mayor que comienza a visualizarse y discutirse en algunos circulos: la convocatoria a Paro Nacional.
Es cierto que una golondrina no hace verano, entonces la tarea es que vuelen y se desplieguen nuevas y muchas golondrinas.
!TRABAJADORES AL PODER!