Quiero, en primer lugar, saludar a los asistentes y agradecer la presencia, sobretodo porque ustedes son padres, madres y abuelos muy preocupados respecto a hijos, hijas, nietos y nietas que hoy día, a
esta misma hora se movilizan luchando por una educación gratuita y de calidad,
resistiendo los embates represivos para levantar sus voces y ejemplo de lucha,
al igual que los hermanos mapuches, al igual que quienes luchan hoy por el agua,
los que luchan en defensa de sus cuotas de pesca, igual que los trabajadores
que se levantan hoy a luchar por sus
reivindicaciones. Vaya para todos ellos nuestro saludo, solidaridad y
compromiso.
Saludar también a Natividad LLanquileo ex vocera de la
Coordinadora Arauco Malleco, a Monseñor Baeza y a Alejandra Arriaza abogada y
secretaria ejecutiva de CODEPU. Agradecer la invitación que CODEPU nos hizo de
participar de este foro, sobretodo porque parte de mi propia historia esta muy
ligada a esta Corporación de Defensa de los Derechos del Pueblo surgida en los
años 80, que tuvo un desempeño de enorme importancia en la lucha contra la
dictadura disminuyendo ostensiblemente su actuar durante la eufemísticamente
llamada “transición a la democracia” y que en los últimos meses parece gozar de
un nuevo reimpulso y energía, volviendo a estar muy presentes en las luchas por
los derechos del pueblo.
Fue CODEPU quien asumió mi
defensa frente al Consejo de Guerra que me juzgó en 1981. Mantengo una deuda
moral con Fernando Zegers Ramirez, con Fabiola Leterier, asi como con la
doctora Paz Rojas que debió enfrentar junto con el doctor Manuel Almeyda el
envenenamiento que sufrí junto a otros cinco presos por toxina botulínica
fabricada por Estados Unidos, ingresada ilegalmente al país por oficiales de
las FFAA y usada en una de las tantas operaciones de extermino y asesinatos
organizado por los aparatos represivos de la dictadura. Este sobreviviente de envenenamiento y
Consejo de Guerra aprovecha la oportunidad de agradecer públicamente a CODEPU
esas y otras muchas gestiones realizadas.
El tema que nos convoca, “los
asuntos pendientes”, es un titulo a mi
modo de ver un poco ambiguo.
Puede ser visto desde la
perspectiva de la existencia de “asuntos” que si se realizaron durante los últimos gobiernos y que existirían por tantos otros asuntos que
aun no se han enfrentado por diversas razones, asuntos por tantos que estarían pendientes.
Esa lectura probablemente puedan hacerla quienes creen que fue correcta, por
ser lo único posible, la negociación con
la dictadura militar para instalar el Chile que vino después, el Chile de la
llamada transición democrática, el Chile bajo la Concertación y hoy bajo
gobierno de la derecha.
Prefiero entender por tanto, el titulo del foro desde otra perspectiva,
desde la perspectiva de los asuntos que
nunca fueron asumidos en plenitud y para todos los cuales las fuerzas políticas
negociaron una salida o una legalidad que en definitiva no hizo mas que
mantenerlos pendientes de manera indefinida, o como lo expresara lacrimosamente
un mandatario, como única justicia posible.
En la defensa política que
desarrollé frente al Consejo de Guerra que mencioné al inicio, sostenía que frente a cualquier régimen dictatorial sostenido por el hambre y
la opresión era y es legítimo el derecho de los pueblos a la rebelión. Y es precisamente ese régimen dictatorial el
que instauró una Constitución y un
conjunto de leyes construidos conscientemente para favorecer los intereses de las clases patronales y los principios ideológicos de los sectores más reaccionarios de este
país, sectores que claramente no han tenido ni tienen ningún interés en
resolver “asuntos pendientes” , que se
refieren de una parte a todos los crímenes y violaciones a los derechos humanos
cometidos bajo esa dictadura que respondía a sus intereses y menos aun asuntos
pendientes que se refieren a los grados de explotación y miseria de las masas
que requiere mantener el gran capital para seguir incrementando sus ganancias.
El Estado, las leyes, las
instituciones que hoy nos rigen, son producto de operaciones y
negociaciones espurias, ocultadas al
país por dirigentes que se instalaron en representación de los miles y miles
que lucharon, para acceder ellos a
cuotas de poder y representación política a cambio de mantener los pilares centrales del
modelo económico y político instalado por la dictadura.
Hoy , tras veinte años de pseudo
democracia, una amplia mayoría de
personas, sobretodo jóvenes rechazan el
modelo político, rechazan las instituciones republicanas mas “sacrosantas” como el parlamento, justicia,
medios de difusión, rechazan el modelo
económico, la educación de mercado y el lucro en ella, rechazan el sistema de salud y previsión donde solo tienen acceso a
la calidad quien tiene recursos
financieros, rechazan el daño que las grandes empresas están haciendo al medioambiente, rechazan que la minería,
sobretodo cobre y litio sea entregada al capital extranjero, rechazan que en la pesca se entreguen garantías a los grandes empresas a costa de
los pescadores artesanales, rechazan que en los territorios mapuches se privilegie la instalación de empresas
madereras, de electricidad, de salmones
en desmedro del hábitat, el medioambiente, la cultura y la economía del pueblo
mapuche.
Y este rechazo incluye a los ex
presos políticos, quienes como el resto de organizaciones sociales que luchaban
contra la dictadura nos vimos chantajeados, divididos, fraccionados, por
quienes impulsaron una estrategia de salida negociada con la dictadura. En una
de las lógicas del poder, la de dividir, se destruyó la fuerza unitaria que
existía entre los presos bajo dictadura para poder así imponer las leyes
Cumplido, esas leyes que nos dividieron en presos de conciencia y presos por
hechos de sangre, leyes que vergonzosamente aceptaron organizaciones y presos que obtenían su
libertad unos y financiamientos otros, a cambio de mantenernos presos a quienes
teníamos altas penas o simplemente
lanzados a un nuevo exilio.
No nos engañemos. Los veinte años
de la mal llamada transición fue instalada por la fuerza de unos y la
humillante abdicación de otros que miraron para el lado, aceptaron puestos y
prebendas, se convirtieron en “actores” políticos del nuevo tinglado volviendo
la espalda a la gran mayoría de “asuntos pendientes” que mantenía y mantiene la
sociedad en su conjunto.
Veinte años de Concertación y
tres de la derecha en que los asuntos pendientes siguen siendo la gran mayoría
de los asuntos. Desde la Constitución
espuria, pasando por el sistema binominal y una larga y urgente cantidad de
reivindicaciones de los mas explotados y marginados de la sociedad, entre ellas
las leyes laborales, la mantención de poderes facticos, entre muchos otros.
Cierto que hay algunos espacios
de libertad y que los ciudadanos pueden votar cada tanto. Pero en nada a
cambiado el poder ni quienes lo detentan. Es muy poco los “asuntos pendientes”
que se han resuelto.
Muchos ex presos viven aun el
exilio. Muchos ex presos no tenemos derechos a ser ciudadanos, los familiares
de muchos ejecutados aun no tienen justicia, los familiares de detenidos
desaparecidos siguen sin respuestas. Son demasiados los agentes represivos que
asesinaron, torturaron, quemaron vivos, violaron a mujeres, y otras atrocidades,
que aun gozan de libertad y viven cómodamente
con pensiones estatales.
Peor aun, bajo los llamados
“gobiernos democráticos” se ha seguido
reprimiendo, encarcelando y asesinando a luchadores sociales, volviendo a usar
los montajes tal como lo uso la dictadura para encubrir sus asesinatos como en
el caso de los 119 detenidos desaparecidos, vuelve a usar la represión masiva
contra comunidades completas como son los allanamientos hoy en territorio
mapuche y en el paroxismo que retrata claramente los intereses que defienden,
hoy tratan de instalar nuevas leyes represivas para contener a un movimiento
popular que va germinando en su lucha por sus derechos.
Al igual que el año 73 cuando se
aprobó la Ley de control de Armas, se encarceló a los marinos constitucionalistas
que se oponían al golpe, se allanó
fabricas industrias logrando con ello desarticular las fuerzas populares,
hacerlas retroceder e instalar el miedo para luego desatar el golpe militar,
hoy los mismos de ayer, intentan instalar nuevas leyes represivas para contener
a esas fuerzas nuevas que se levantan sin miedo a luchar por sus derechos.
Solamente decir al final de esta
exposición, que se equivocan los que juegan con este fuego amenazador. Porque
si cierran los pequeños espacios de libertad existente hoy en día, si cierran
las posibilidades que se manifiesten los pobres y desposeídos de este país,
nuevamente el derecho a Rebelión será legitimo.
Y ya no habrá Concertación ni
medidas intermedias, ni mal menor que obstaculice el avance del pueblo tras sus
objetivos de una sociedad libre y justa.
¡La lucha continua!