Análisis Internacional y Nacional, desde los trabajadores organizados, para la construcción de la alternativa revolucionaria.
Nos encontramos aportas de una nueva conmemoración del 1° de Mayo, día internacional de los trabajadores, momento en el cual por las calles de Chile y el mundo seguramente marcharan y levantaran pancartas miles de trabajadores, bajo la mirada atenta de los gobiernos de turno y el imperialismo, otros tantos celebraran en sendas fiestas organizadas por los patrones con los dineros –obviamente- de los trabajadores el mal llamado “día del trabajo”, y mientras nos desbandamos en marchas céntricas y/o asados con la patronal, la dominación mundial de los ricos y poderosos corre a pasos agigantados y se posiciona en cada lugar del planeta, donde destacamentos, movimientos, organizaciones revolucionarias o bien las masas espontáneamente resisten.
1. Crisis, Imperialismo, Guerra.
Desde la explosión de la crisis capitalista del año 2008 -que tiene sus antecedentes a partir del 73-, numerosas han sido las interpretaciones dadas desde los centros capitalistas, pero también desde los sectores progresistas, democráticos e incluso revolucionarios, que ponen como centro de esta crisis los “excesos de libre inversión”, “la burbuja inmobiliaria”, “el capital intangible”, y una serie de términos que más que aclarar las actuales condiciones de desarrollo de la dominación del sistema-mundo vienen a darle un espaldarazo a la ideología burguesa y a la lógica neoliberal, en la cual todos los problemas se encuentran inconexos y más aún si son parte de los poderosos, se recuperarían con “mas inversión y control de los mercados”, y con nuevas y actualizadas políticas del FMI y el Banco Mundial, que ayuden a perfeccionar el sistema actual y volver a tener los niveles de crecimiento mundial previos a las crisis.
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- La moda teórica planteo durante las últimas décadas el fin de la historia, de la lucha de clases y por supuesto del imperialismo. Foros y encuentros analizaban el “nuevo” papel de la ONU en el concierto internacional y como las relaciones democráticas entre los estados iban a imperar en este nuevo orden mundial. Claro, que hay varios elementos que se olvidaron y estos tienen relación con la lógica depredadora del capitalismo, la necesidad imperiosa de conquistar nuevos mercados para sus bienes y servicios, y continuar desarrollando sin contrapeso el Complejo Militar Industrial (CMI) como forma de acrecentar ganancias, pero también de control universal mediante el uso de la fuerza militar. Es así como hace siglos fue el oro, la plata y los esclavos lo que movió por todo el mundo flotas de barcos ingleses, españoles, holandeses, etc. Hoy son el petróleo, el agua, la energía y la explotación del hombre por el hombre, las nuevas rutas que buscan ser conquistadas por los paladines del estado de derecho y sus jefes capitalistas. Durante este año, la situación política mundial ha mostrado una continuidad y un cambio respecto a años anteriores, nuevamente entra en juego el “viejo topo” de la lucha de clases. Entonces cuando analizamos los recientes hechos sucedidos en medio oriente, y que algunos han bautizado como la “primavera árabe”, no podemos dejar de ver en primer término la eterna lucha de las sociedades concretas en desarrollo, ya sea por sus contradicciones fundamentales (capital-trabajo) o por sus contradicciones religiosas, culturales, etc., que se manifiestan en sublevaciones, paros ciudadanos, insurrecciones parciales, negociaciones y acuerdos múltiples. Que en si misma demuestran la heterogeneidad de las naciones en cuestión, y por lo tanto sus distintas clases, grupos, facciones que entran en pugna por el control del aparato estatal y obviamente por los recursos a los cuales pueden acceder a partir de él. Desde los levantamientos en el mundo árabe empezamos por Túnez, pasando por Egipto y terminando en Libia nos vamos a centrar en el último, porque a nuestro juicio es el que nos permite sacar mayores y mejores conclusiones para los que hoy estamos apostando a construir un proyecto político revolucionario para los trabajadores y el pueblo de Chile. La existencia del Imperialismo y no de uno, sino de varios, es un hecho irrefutable, que el imperialismo busca subyugar nuevos territorios y naciones para acrecentar su tasa de ganancia, ¡quien lo podría negar!, que utiliza todos los medios culturales, ideológicos, políticos, diplomáticos y militares para ejercer su dominio, ¡verdad incuestionable!, entonces cuando hablamos de Libia y la situación del mundo árabe, no deberíamos partir preguntándonos cuál es el rol del imperialismo en este caso. No será ¿que está en disputa la hegemonía geo-política y económica de la puerta de entrada a medio oriente y las rutas del mediterráneo?, ¿Qué los EEUU y Europa, nuevamente apuestan a salir de una crisis mediante una Guerra? La invasión a Libia tiene por fundamento la protección de la población civil de los ataques de las fuerzas del Gobierno de Gadafi. Oposición civil o ciudadana, se le llama a grupos rebeldes armados con fusiles, cañones con y sin retroceso, tanques y bombas, que representan a distintos sectores (monarquistas, reaccionarios, pro-imperialistas, progresistas, etc), que hoy se articulan sobre la base de sacar a Gadafi del poder. Supuestamente es la represión oficialista la que desencadena este conflicto, pero poco se habla de la reservas de petróleo, de la posición geo-estratégica del territorio Libio, y del reciente apoyo del camaleónico Gadafi a la invasión a Irak, en la cruzada contra el “terrorismo”. El reparto imperialista del mundo, ha llevado que norteamericanos aliados con una alicaída Unión Europea intenten desarrollar una guerra de arrase, esto en momentos que la situación Europea es crítica en términos económicos por la sucesiva “caída” de sus países miembros (Irlanda, Grecia, y ahora Portugal y lo más seguro España e Italia) y la imposibilidad de Alemania de cargar sobre sus hombros con la crisis. Esto se profundiza con el avance conservador y fascista en diferentes estados europeos como Finlandia. En esta misma línea es el posicionamiento del Eje Ruso-Chino, el cual pide negociar con Gadafi con la intención de entrar económicamente con los mismos fines del otro eje. El punto de inflexión está en la posibilidad de una invasión terrestre y del desate en el mundo árabe de una posición anti-imperialista y como operarían China-Rusia en este contexto. En este caso China (que es el mayor colocador de bonos en EEUU) está retirando progresivamente sus bonos y redestinándolos a otros territorios –Europa y…África extrañamente- como forma de asegurar sus divisas, pero a la vez potenciando el desfinanciamiento progresivo que sufren las intervenciones militares estadounidenses. Y sin duda para Rusia seria la oportunidad perfecta para volver a situarse como una potencia gravitante en el concierto mundial. Podemos afirmar sin ninguna duda que la actual situación de Libia y en general del mundo árabe, tiene relación con la tesis del reparto del mundo por el imperialismo y su rapiña injerencia, en este sentido la salida que vemos a este conflicto, es la articulación de un bloque revolucionario al interior de estos países, que logre por una parte desalojar a dictadores pro-yanquis y autoritarismo anclados en años en el poder, con la tarea de la construcción de la alternativa popular y revolucionaria. 2. Latinoamérica, entre elecciones, avances y retrocesos de la alternativa popular Los resquebrajamientos en los países identificados parte del Socialismo del Siglo XXI o el bloque bolivariano, vienen marcando el agotamiento de un patrón de acumulación en el cual la disyuntiva sobre si avanzar hacia el socialismo o generar una restauración oligárquica están a la vuelta de la esquina. Esto tiene una serie de explicaciones. Una es la propia naturaleza de estos procesos y las fuerzas que agrupan, en el caso de Venezuela, la alianza Chavismo, izquierda tradicional y los militares, que generan un caldo de cultivo para el caudillismo y principalmente para las posibilidades de avanzar en un programa más profundo de transformaciones. Hay algo que la izquierda suele obviar y es el tema económico, por cuanto el proceso venezolano requiere de una potente caja para solventar los programas sociales con los que logra mantener adhesión en muchos sectores de la población, esos recursos son finitos y no tienen posibilidad de acrecentarlos sino es con estatizaciones o expropiaciones agrícolas de gran escala. Y por lo tanto el foco se está moviendo hacia algún tipo de entendimiento con los sectores de oposición para poder entregar más financiamiento. Esto esta cruzado por las contradicciones que se están generando dentro del movimiento popular venezolano, con sus sectores más conscientes y la posibilidad de tomar una ofensiva popular hacia la profundización del proceso o su estancamiento, lo que abriría sin duda un complejo escenario. La situación de Bolivia está en uno de sus momentos más complejos, debido a las profundas fracturas entre el gobierno de Evo Morales y el movimiento popular. En este sentido hay que ser bastante claros y poner en perspectiva que el programa del MAS (movimiento al socialismo) no es un programa de carácter revolucionario, sino estuvo puesto siempre en cambios a la constitución y una nueva ley de hidrocarburos, los cuales aprobados dejan al gobierno sin iniciativa y tiene que entrar a navegar en las aguas de los poderosos. La situación se está extremando, por un lado el movimiento popular liderado por la Central Obrera Boliviana está exigiendo a nivel local y nacional mayor participación en las decisiones políticas, pero principalmente y es donde duele, en la aplicación real de las 8 horas de trabajo y un aumento sostenido de los salarios, lo cual afectaría directamente a los grandes capitales mineros que se encuentran sin mayor problema en Bolivia, y por el otro el Gobierno tratando de buscar acuerdos de “unidad nacional” en razón a la legitima demanda marítima que sostienen con el estado chileno, agrupando tras de sí a lo más rancio de la oligarquía boliviana, todos ex presidentes derrocados por el movimiento popular, lo cual ha generado el rechazo de este último, por considerar estas alianzas contrarias a las orientaciones del proceso. No es sorpresa para nadie, el rol que cumple la socialdemocracia europea a través de gobiernos y ong´s, y esto tiene que ver con posicionar los temas culturales, ancestrales, etc., por sobre la principal contradicción de la sociedad capitalista (capital/trabajo) que se hace manifiesto en la lucha de clases boliviana. Podríamos afirmar que Bolivia se encuentra en una situación pre-revolucionaria en la cual las fuerzas populares están pasando a la ofensiva, es de esperar que el gobierno de Evo Morales y sus aliados estén del lado del pueblo en los momentos decisivos. Cuando mencionábamos de reacomodos entre los bloques, nos referíamos específicamente a la situación de las elecciones en Perú, donde las dos fuerzas nacionalistas representadas por Humala y Fujimori han logrado pasar a segunda vuelta, dejando atrás a los sectores tradicionales de Toledo, Kuczynski y el APRA. Varios sectores han planteado el triunfo momentáneo de Humala como un avance para el progresismo o para la izquierda latinoamericana, lo cual a nuestro juicio no puede estar más equivocado, a razón del historial y del proyecto sustentado por el nacionalismo militar latinoamericano, y su cuadratura oportunista a ciertos proyectos políticos, no es menor recordar el caso de Lucio Gutierrez en Ecuador hace algunos años, quien llego con amplio respaldo popular y termino disparando contra maestros e indígenas. La situación peruana es compleja, en términos económicos presenta el crecimiento más pujante de la región durante la última década, con un promedio de un 7%, lo cual a ojos de estas elecciones el aprismo fue incapaz de canalizar ese crecimiento, porque claramente los trabajadores peruanos no han visto nada de este crecimiento, al contrario se ha visto intensificado la represión y la corrupción a todo nivel. A nivel internacional un posible triunfo de Humala en el balotaje viene a romper el eje conservador Colombia-Perú-Chile-México e instalar un nuevo aliado al proyecto reformista de Chávez, lo cual de acuerdo a la situación actual habría que analizar en profundidad a quien sector le conviene en realidad. 3. Chile, entre la legitimidad de los poderosos, su proyecto hegemónico, y la corrupción que los unifica. A más de un año del quinto gobierno del bloque en el poder, le legitimidad por arriba ha estado marcada por el afianzamiento en su rol de gobierno y en la vocación de poder de mantener el control del ejecutivo por lo menos por otro periodo. En este sentido todas las salidas de protocolo o piñericosas, que han sucedido durante este año, no afecta en lo más mínimo al gobierno y solo sirven para las respuestas farandulescas de la concertación y para titular de un u otro pasquín de izquierda. Mientras progres y conversos se mofan de las taras del presidente. Ricos y Poderosos hacen festín con ganancias estratosféricas principalmente en la banca y la minería privada, profundizando los niveles de explotación en el retail y en la subcontratación de los sectores estratégicos, principalmente en la exportación. La RN y la UDI, cual matrimonio están aprendiendo a convivir en casa propia, los conflictos son propios de dos proyectos que tienen que aunarse para mantenerse en el poder, como históricamente ha sido, los sectores conservadores han tenido diferencias menores en el ámbito valórico, pero una adscripción irrestricta al sistema de dominación capitalista. Sin embargo, los acuerdos estratégicos están intactos, los resquebrajamientos de los liderazgos y del foco del proyecto dominante, ponen en tela de juicio los acuerdos de gobernabilidad que pueden sustentar la coalición por el cambio durante este periodo. Ninguna crisis por arriba derribara, ni destruirá al bloque en el poder, si los de abajo no los botamos. En el caso del gobierno, el presente año ha estado cruzado por los reacomodos internos en función de sendos casos de corrupción (JVR, Matte) y por el abordaje de la vieja guardia derechista (Longueira, Novoa) en detrimento de las posiciones de poder personales de Piñera. Con respecto al tema de la corrupción, no es algo que se le puede achacar única y exclusivamente al gobierno actual, sino es un continuo que está presente desde la época de la dictadura (Caso Riggs, la cutufa, pinocheques, etc), siguiendo en los gobiernos de la concertación (venta de armas a Croacia, caso Mop-Gate, Integra, programas de empleo, Transantiago, etc), y que en el gobierno de la coalición marcan el mismo camino (Intendencia Biobío, Ley Sep, Kodama, Reconstrucción en general). En esta línea las declaraciones de Camilo Escalona (PS) son claras, “la ampliación de las políticas públicas durante los últimos veinte años, ha permitido a los privados encontrar resquicios en nuestra legislación y fiscalización”. ¡Que sinvergüenza mas grande! Si precisamente todos los casos de corrupción están anidados en empresas, consultoras, ONG y fundaciones en las que participan los mismos miembros de los partidos políticos tradicionales. En la pura gestación de recursos para las campañas electorales se encuentra el germen primario de la corrupción, en la asignación discrecional de recursos en los municipios para mantener su clientela política, en los lobby de las grandes empresas para ganar licitaciones y acrecentar sus ganancias esta su génesis. El capitalismo y los capitalistas fuera de explotar hasta la última gota de sudor al ser humano, destruir el medio ambiente y la naturaleza, desarrollar las guerras de rapiña, mas encima genera los canales adecuados para la corrupción. No olvidemos que frente al caso Mop-Gate el acuerdo nacional Lagos-Longueira permitió dar una amnistía a los hechos de corrupción del gobierno laguista. Hoy, las repercusiones del escándalo en el MINVU con el caso Kodama, tiene como primer costo la salida de la ministra Matte, quien en un supuesto gesto de “grandeza al país” daba un paso al lado y renuncio a su cargo. Esto efectivamente para descomprimir el nivel de presión hacia el gobierno y la posibilidad de develar la verdadera trama de corrupción en un ministerio tan estratégico como este. De esta forma la figura de la ministra se inmola, y de esta forma impide que el Presidente salga tocado con este nuevo descalabro de la coalición. Finalmente en el conclave de cerro castillo, se definió al mismo estilo que la vieja concertación, una refundación del trabajo y de los equipos de gobierno. Si bien en estos dos últimos escándalos son militantes UDI las que han salidos de su cargo, este es el partido que sale más favorecido en términos de posicionamiento dentro del gobierno, aumentado su poder en el comité político y en el mapa de las elecciones municipales del próximo año. La oposición que nunca fue, que otro nombre podríamos darle a la concertación, cuando a comienzos de este apartado aludíamos al quinto gobierno del bloque en el poder, es precisamente a que entre concertación, derecha, militares, iglesia y grupos económicos, tienen un proyecto estratégico común y tienen acuerdo en los pilares básico de la dominación (democracia representativa, modelo económico neoliberal, apertura económica, contrainsurgencia, etc.) El reacomodo después de un año no siendo parte del ejecutivo, tiene a la concertación en un claro proceso de repliegue, sin capacidad de tomar iniciativa política y sola esperando las caídas del gobierno para mediatizarlas y tratar de ganarse a la “opinión pública”, como caudal electoral. Los ejes que marcan el proceso de la concertación están dados por: la imposibilidad de generar proyecto político real, caudillismo y parcelación de los partidos, y el falso recambio de rostros dirigentes. Con respecto al primer punto podemos mencionar que durante este último año la concertación ha actuado como vagón de cola del gobierno, principalmente en materia legislativa, la falta de proyecto político propio ha repercutido en la aprobación de un conjunto de leyes (educación, royalty) que estando públicamente en desacuerdo, las terminan aprobando ya sea por convencimiento real y/o por un oportunismo político para no quedar fuera de la escena. En función al segundo elemento afirmamos que la unidad política de la concertación está dada en función a la administración del aparato estatal , y que por lo tanto ante cualquier discrepancia con la posibilidad de volver a ser gobierno los liderazgos caudillistas y sus parcelas emergen, no es extraño entonces, que para los casos de las posibles acusaciones constitucionales (JVR, Matte) el PS haya sido quien frena dicha posibilidad rompiendo acuerdos previos dentro del conglomerado, esto tiene un punto de inflexión y lo que mencionábamos anteriormente y que tiene relación con la corrupción y el clientelismo, cualquier pasada de cuentas al gobierno en esta línea, toca a todos los gobiernos de la concertación, los cuales –al igual que la derecha- utilizan el aparato estatal para repartir a destajo recursos, forman clientela política y catapultan sus carreras políticas hacia cargos de “elección popular. Otro punto importante a mencionar, es la falacia de los cambios en los rostros dirigentes, por cuanto las únicas cartas posibles para dar la batalla electoral son Lagos y Bachelet, que en el caso del primero tiene ribetes distintos en función de que ya está corriendo la carrera presidencial desde su fundación y con el documento de apuesta política 7 estrategias para que Chile sea un país equitativo en el 2030, que marca la hoja de ruta de la socialdemocracia y los sectores liberales. En conclusión los bloques políticos del bloque en el poder, en términos concretos viven una serie de resquebrajamientos, los cuales no alcanzan para producir una crisis política. El desarrollo y crecimiento de la corrupción estatal, es un hecho que logra mantener unidos a estos sectores, pues es la apropiación de recursos un arma para generar clientelismo político y pagar los favores de campaña. La estructura estatal está diseñada para esta función, con su “focalización de recursos”, los cientos de “programas sociales”, y con la asignación discrecional de recursos. La confrontación estará ahora en las elecciones municipales del 2012, donde nuevamente llenaran de demagogia y falsas promesas nuestros centros de estudio, trabajo y poblaciones. 4. El rol del PC en este contexto Un largo y sostenido proceso derechización es el que vive el PC chileno, desde comienzos de este siglo y con mayor fuerza desde la muerte de Gladys Marín, la posición de la dirección del partido ha sido una integración velada a la mesa de los poderosos, a través de sendos pactos electorales con la concertación y con acuerdos solapados con el gobierno para la preservación de sus parcelas (acuerdo Mintrab-CUT). No se puede negar que en este partido existe una gran base de militantes honestos y abnegados, que están presentes en las organizaciones sociales a nivel nacional y que en el sector de los trabajadores (CUT) tienen numerosa presencia. Pero la pregunta que nos hacemos va en función es que si todo tiene algún grado de beneficio o más bien de apuesta política concreta para los trabajadores y el pueblo. Y claro está, que hoy la única apuesta por parte del reformismo es la capación de cargos públicos, y la posibilidad de aumentar su representación electoral, bajo el falso supuesto de los “cambios progresivos y desde dentro del sistema” que históricamente solo han traído derrota y desilusión hacia el campo popular. La tesis de la “más amplia oposición”, y del “gobierno de nuevo tipo” no es más que la reedición de las políticas de frente popular y acuerdo entre sectores supuestamente democráticos para el control del estado. La finalización del congreso de este partido, da claramente la señal de con quien está su alianza. La apuesta por el centro político por parte del PC, devela claramente la desconfianza hacia el pueblo y la posibilidad de generar cambios con él, sin duda no podemos pedirle peras al olmo. La semana pasada culmino el congreso de la CUT, los resultados y participación en este evento no hacen más que reafirmar el carácter burocrático y alejado de los trabajadores de esta Central, donde se le rinde pleitesía a la concertación y sus dirigentes y donde no habían más de 300 dirigentes para respaldar el acto. Dentro de las resoluciones están, en el ámbito orgánico echar para atrás la resolución de voto universal para las elecciones dentro de la central, bajo el argumento de la inmadurez de los trabajadores, que en términos sencillos es el miedo a una baja participación y por lo tanto la perdida de “legitimidad “ frente a los poderosos. No es menor que una serie de confederaciones se hayan ausentado del congreso (CTC, Fetracall) al no compartir la línea ni las formas de trabajo. Es así como en el caso de la CTC una gran cantidad de dirigentes, en su mayoría comunistas exigieron durante un encuentro de esta organización su desafiliación a la CUT, lo cual fue revertido por la dirección de esta confederación. En el ámbito político la resolución de denominar el 2011 como “el año de la movilización social”, no es más que el clásico oportunismo adportas de una elección municipal donde se utilizara a la CUT para el gallito electoral PC-Concertación. En esta línea las declaraciones de Raul de la Puente de la Anef, conforme a la nula legitimidad y la escaza fuerza de la Central sin la Anef, ni los profesores es decidor, hoy la Cut solo logra movilizar a los empleados públicos y estos, bajo esta conducción no están dispuesto a hacerlo. Frente a esta situación, en algunos sectores y de hace algún tiempo se están desarrollando importantes procesos de coordinación y unidad intersectorial, privilegiando la construcción de una fuerza social, anclada territorialmente y con perspectiva de acumulación de fuerza propia, con el horizonte en el poder popular, dentro de estos espacios se podría propiciar el desarrollo de una corriente revolucionaria, con capacidad para incidir en local –por ahora-, preparando las fuerzas para la generación de una apuesta nacional en el ámbito de los trabajadores, ganando para esta apuesta a dirigentes y trabajadores que bajo la honestidad y una política concreta y correcta, vengan a engrosar las filas de la izquierda revolucionaria en función de un movimientos sindical constructor, clasista y combativo. Por otra la parta la inmensa cantidad de trabajadores no sindicalizados da una oportunidad para que las organizaciones revolucionarias realicen una tarea de siembra en lo cotidiano, para cosechar en un futuro no muy lejano organizaciones de trabajadores que se pongan a la cabeza del movimiento popular. 5. El Campo Popular La atomización, la dispersión, el caudillismo, la falta de unidad y proyecto, son elementos a los cuales nos hemos visto enfrentados durante los últimos 20 años, de todos los intentos pocas son las experiencias que han podido perdurar durante este periodo sin fracturas, quiebres o escisiones, lo cual marca un cuadro de carencia de iniciativa táctica para el periodo y la imposibilidad de lograr que cuaje un partido revolucionario. La tesis que sostiene que es el resquebrajamiento del bloque en el poder un elemento central, sumado al avance internacional de la alternativa bolivariana, ha llevado a muchos sectores a buscar en la fórmula electoral la salida a la crisis política de la izquierda, es así que apuestas federativas, igualitarias y pro-humanistas, vienen a llenar de verborrea de izquierda, con fraseología populista los sectores donde tienen algún nivel de inserción. Lo que queda claro es que es el viejo reformismo disfrazado de alternativa popular lo que se está engendrando es algunos sectores del campo popular chileno. En el ámbito de las organizaciones revolucionarias, el reacomodo que viven estas, están en función de sus apuestas individuales y la incapacidad de generar proyecto propio y estratégico con una táctica concreta para el periodo. El progresivo desvinculamiento de las masas y las peleas espurias inter organizaciones, flaco favor hacen a reconstrucción del movimiento popular y la posibilidad real de construir un partido para la revolución chilena. Es en esta línea, donde un cumulo de siglas, coordinaciones, frentes, federaciones, se diluyen como raya en el agua, al no estar con la vocación y la claridad de dotar al pueblo de una línea política correcta y no saber retroalimentar el caudal de experiencias que día a día el mismo pueblo genera a través de luchas parciales, reivindicativas y locales, las cuales sin un proyecto común difícilmente podrán salir del techo que rápidamente tocan. Las necesidades del periodo corren, con poder dotar a los trabajadores y el pueblo de un proyecto concreto al cual integrarse y aportar, con definiciones claras, con altos niveles de protagonismo, lucha y organización. Por otra parte aprender y ensayar escenarios de confrontación con los poderosos desde los distintos frentes, aplicando la organización independiente, la autodefensa de masas y los gérmenes de violencia revolucionaria. La direccionalidad común de las organización tanto sindicales, estudiantiles, de pobladores, medio ambiente, campesinas, etc. En función de la construcción de un movimiento popular con vocación de poder y que se enfrente desde sus propias demandas al estado, para así –en la lucha- cualificar los instrumentos y ponerlos en perspectiva de la acumulación de fuerza social revolucionaria. La generación de esta alternativa y la apuesta del desarrollo de un mayor nivel de confrontación contra los ricos y poderosos, no es una pelea que se de en el aire ni de forma neutral. El estado burgués y todo su aparato de dominación operan de forma única cuando se trata de defender los intereses de la clase dominante. No dudan ni por un minuto en romper la “supuesta" separación de los poderes del estado” del cual tanto propugnan derechistas, concertaciones e izquierdistas conversos, cuando se trata de golpear a algún sector que represente algún tipo de amenaza a su hegemonía o ponga en riesgo el sacrosanto estado de derecho. En este sentido la designación del ex¬ fiscal Alejandro Peña, en un cargo de vital importancia en el Ministerio del Interior, como jefe de la división de estudios, encargada de mantener información relevante del crimen organizado, y la supervisión de conflictos sociales, sindicales y políticos, lo cual despertó la indignación incluso del Presidente de la Anef, Raul de la Puente, esto viene a confirmar una larga historia, donde por sobre las justificaciones judiciales de encausamiento del montaje del “caso bombas” , prima la generación en un primer momento de una “sensación” de actuación frente al crimen organizado, para posteriormente y una vez legitimado frente la “opinión pública”, se procede a la judialización y represión como herramienta de control social. Es así como en el “caso bombas” se articuló una colusión entre los diferentes poderes del estado para asestar un golpe a grupos anarquistas. Este proceso es bastante más amplio y contiene varias políticas propias del estado contrainsurgente, que van desde la generación de leyes (maltrato de obra verbal a investigaciones y carabineros), montajes judiciales (caso bombas, machetes en la usach, etc) y la infiltración y represión constante de todo tipo de manifestaciones, ya sean reivindicativas, políticas, e incluso en la última semana religiosas. Consecuente con esto, la situación de los presos políticos mapuche en huelga de hambre, es otra manifestación de cómo el gobierno, borra con el codo lo que escribe con la mano. Los cuales de haber depuesto la huelga de hambre el año pasado, con el compromiso de la no aplicación de la ley antiterrorista, han pasado nuevamente a esta situación, dado las excesivas condenas a las cuales son expuestos, superando los 20 años de prisión en el caso de Hector Llaitul. En este sentido es importantísimo articular la más amplia solidaridad con los procesados por los montajes judiciales y con las huelgas de hambre de los presos políticos mapuches y anarquistas, para lograr su liberación, develar los montajes y mostrar el real carácter del estado contrainsurgente. Pero sin duda la gran tarea, y el mejor aporte que podemos realizar hoy los revolucionarios, es sentar las bases materiales para la construcción de un poderoso partido revolucionario de los trabajadores. Construyendo y Luchando para VENCER: ¡TRABAJADORES AL PODER! Chile, abril de 2011