viernes, 2 de diciembre de 2011
PALABRAS EN MEMORIA DE DANIELLE MITTERRAND
“SI DANIELLE MITTERRAND VIVIERA EN EL CHILE DE HOY, ESTOY SEGURO QUE ESTARIA CON LA GENTE DE MODATIMA LUCHANDO POR EL AGUA, ESTARIA CON LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS EN EL LICEO DARIO SALAS RESISTIENDO EL DESALOJO, ESTARIA CON EL WERKEN DE LA COMUNIDAD DE TEMUCUCUI ENFRENTANDO LOS ALLANAMIENTOS Y ESTARIA EN EL AEROPUERTO ACOMPAÑANDO A HUGO MARCHANT A ROMPER EL INJUSTO EXILIO…”
(Palabras de Guillermo Rodríguez en Acto realizado en Memoria de Mme Danielle Mitterrand el jueves 1 de diciembre en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos)
Buenas tardes a todas y a todos quienes asisten a este acto de memoria, de recuerdo, de homenaje a Danielle Mitterrand esta hermosa mujer, esta mujer de ancha sonrisa, de mirada misteriosa y profunda que a mi juicio fue mucho mas de lo que hasta ahora se ha mencionado de ella en este acto: ella fue una combatiente. Una combatiente, una arriesgada patriota que vivió enfrentamientos y clandestinidad y que a lo largo de su vida mantuvo una lealtad a toda prueba con quienes luchan y combaten por sus derechos. Por eso, y hay que decirlo muy fuerte y claro, por eso ella fue una amiga leal y permanente con Cuba revolucionaria enfrentando las criticas en su propio país que esta actitud generaba. Por eso y hay que decirlo con fuerza, ella entendía la capucha y los encapuchados. Por eso ella viajo a la selva en Chiapas a encontrarse con el sub comandante Marco y escuchar al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Por eso ella no dudo en jugar un rol protagónico cuando fue el envenenamiento de presos políticos en la Cárcel Publica a manos de la Dictadura, como bien recuerda en este acto Mónica Echeverría quien me pregunta al respecto.
Es que debemos ser claros y transparentes para tocar estos temas; Danielle Mitterrand se relacionaba con las diferentes corrientes de la izquierda chilena, tanto con quienes buscaban una salida negociada como quienes combatíamos frontalmente a la dictadura y en este caso, ella sabía que estaba interviniendo en una operación de gran escala que desarrollaba la dictadura militar chilena en ese tiempo que buscaba aniquilar los brotes de reorganización y lucha en su contra que se estaba generando, ofensiva que incluyó en esos días el asesinato de Tucapel Jiménez, el asesinato de Eduardo Frei Montalvo y el envenenamiento de cuatro presos políticos ligados a la Resistencia Popular, al MIR. Danielle Mitterrand por tanto, no estaba apoyando a presos cualesquiera: estaba apoyando, en mi caso, al Jefe de las Milicias de la Resistencia Popular de Santiago que recientemente había sido capturado y condenado a presidio perpetuo por un Consejo de Guerra. Éramos cuatro presos políticos pertenecientes a la Resistencia los que fuimos envenenados y en esta sala además de quien habla en este momento, están presentes Ricardo y Elizardo Aguilera Morales.
Danielle Mitterrand nos siguió apoyando a través de los años en prisión e incluso cuando logramos conquistar la libertad. Ella sabía la existencia de contradicciones en la izquierda chilena y las vivió fuertemente cuando vino a Chile en 1990 en ocasión del traslado de los restos del Presidente Allende. Ella quería ver a los presos políticos y desde la Concertación se le decía que no podía ingresar a la Cárcel a vernos, se le decía que nosotros los presos en ese entonces la íbamos a secuestrar y generar un conflicto internacional dado su rango de esposa del Presidente de Francia. Ella no les creyó y fue a vernos, a pesar de todo fue a vernos.
Y su apoyo a las presas y los presos políticos se siguió manifestando a través del tiempo: cuando a esta señora que está a mi lado (Mónica Echeverría) se le ocurrió que yo podía ser escritor y me empujo a materializar mi primera novela “Haceldama”, Danielle Mitterrand no dudo en apoyar ese proyecto escribiendo el prologo donde justamente señalaba su disconformidad con el trato que aun se daba a los combatientes que habían luchado contra la dictadura y que seguíamos encarcelados bajo los gobiernos de la Concertación. Esa actitud de Danielle no cambió.
Cuando logré salir de prisión, ella a través de la Fundación France-Libertes financió un proyecto educativo que se materializó en la Escuela Taller El Encuentro dirigida por Maria Emilia Tijoux y que permitió en ese tiempo mi reinserción laboral, apoyar la inserción y el trabajo de otros ex presos políticos y el desarrollo de capacitación laboral y formación personal para mas de un centenar de jóvenes populares de la comuna de La Florida.
En uno de sus viajes a Chile pudo visitar esta escuela y mostrarnos nuevamente su disposición a asumir los riesgos de apoyar las luchas más radicales. Porque aceptó ir a la Toma de Peñalolen que en esos momentos enfrentaba agudamente a un millar de familias con el Gobierno de la Concertación, y estar con los pobladores y con sus dirigentes, uno de los cuales esta hoy aquí presente en este acto: Marcelo Reyes.
Estimados. Cuando venia a esta actividad me preguntaba sobre que acción estaría desarrollando Danielle Mitterrand si estuviese viva y en el Chile de hoy.
Si Danielle Mitterrand viviera en el chile de hoy, estoy seguro que estaría con la gente de MODATIMA luchando por el agua, estaría con los estudiantes secundarios en el Liceo Darío Salas resistiendo el desalojo, los apaleos luchando por una educación gratuita y de calidad, estaría con el werken de la comunidad de Temucucui enfrentando los allanamientos y las vejaciones a una comunidad ocupada militarmente y castigada por su lucha, estaría en el aeropuerto de santiago de Chile acompañando a Hugo Marchant Moya quien a tratado de ingresar los dos últimos días al país y se le ha impedido porque habiendo sido un combatiente contra la Dictadura aún pesa sobre el la pena de extrañamiento.
Si Danielle Mitterrand siguiera con nosotros, por supuesto que estaría con los indignados y con la ola de movilizaciones que sacude al mundo entero. Y ella sabia claramente que cuando las injusticias y la opresión no se resuelven de manera pacifica, se abre el camino y la justeza de la lucha armada.
Gracias.