miércoles, 14 de diciembre de 2011

LA VICTORIA ESTRATEGICA. POR TODOS LOS CAMINOS DE LA SIERRA. FIDEL CASTRO (ALMA NEGRA)

COMENTARIO DE LIBROS:
LA VICTORIA ESTRATEGICA. POR TODOS LOS CAMINOS DE LA SIERRA.
FIDEL CASTRO

Editada por OCEANSUR este texto se presenta como una edición revisada y enriquecida por el propio Comandante Fidel Castro.
Se trata de un libro de 625 paginas, 352 de ellas en texto y las restantes en fotos, mapas y descripción de los medios de combate usados por el Ejercito Rebelde a partir del 5 de diciembre de 1956 (desplazamiento desde Alegría de Pío a cinco Palmas) hasta el 6 de agosto de 1958 (Batalla de las Mercedes) fase o etapa de la lucha revolucionaria desarrollada en la Sierra Maestra.

El libro tiene 25 capítulos:

1. La situación general del país y la lucha revolucionaria en mayo de 1958
2. La preparación de la defensa de nuestro territorio.
3. La Ocupación de La Merced.
4. Presión desde Minas de Bueycito.
5. Desembarco en el sur.
6. El enemigo llega a Las Vegas.
7. La entrada a Santo Domingo.
8. Grave amenaza por el sur.
9. La Plata amenazada.
10. Hasta San Lorenzo.
11. Quevedo en Jigue
12. La Primera Batalla de Santo Domingo.
13. El Combate de Meriño.
14. Contención en Santo Domingo.
15. La Retaguardia Rebelde.
16. La Batalla de Jigue: las primeras acciones del cerco.
17. Contención en Minas de Frio.
18. La Batalla de Jigue: el combate contra los refuerzos.
19. La batalla de Jigue: rendicion del batallón 18.
20. La derrota de Sánchez Mosquera.
21. Victoria en las vegas de Jibacoa.
22. El combate de Jobal.
23. El Combate de Las Mercedes: los primeros cuatro días de cerco.
24. La batalla de Las mercedes: Tres días finales.
25. Balance Final de la Campaña

Este es un texto maravilloso, imprescindible para quienes requieren estudiar los temas de estrategia. Es una reconstrucción histórica en base al material acumulado por Celia Sánchez, combatiente y participe de los hechos, los partes de guerra trasmitidos por Radio Rebelde, y una serie de documentos, cartas y mensajes intercambiados entre los Comandantes, capitanes, jefes de escuadra e incluso documentos oficiales del Ejercito Batistiano.

Escrito con una prosa amena, ágil, le texto describe la coyuntura política y militar de cada contienda, repasa los estados y capacidades de cada fuerza en combate, sus posiciones geográficas, las maniobras de unos y de otros, los planes y objetivos. Desnuda las contradicciones existentes en ambos bandos y entra de lleno en la crítica y autocrítica reconociendo los aciertos, los errores, los gestos de valor y cobardía en cada lado, no duda en reconocer el proceder hidalgo de algunos oficiales enemigos, como destacar nombres de combatientes revolucionarios que entregan sus vidas en le máximo esfuerzo.

Es una historia. La historia del grupo guerrillero que luego de sobrevivir al desastre del desembarco, comienza a usar un tipo de táctica combativa de una guerrilla en constante movimiento, que debe pasar a la defensa de un territorio especifico concreto: la Sierra Maestra y por tanto cambiar de modo de combate. Contener al enemigo que viene desde tres direcciones con todo tipo de medios, hacerlo con no mas de cien combatientes medianamente armados, aprender al mismo tiempo el desarrollo de las emboscadas, el uso del armamento enemigo, el desarrollar la estrategia de cercar al enemigo para golpear a los refuerzos que son enviados para contener la ofensiva, neutralizar y luego pasar a expulsarlos del territorio es el relato central. Una maniobra esta ligada a la siguiente o como describe Fidel, estudiar muy detalladamente cada posible curso de acción del enemigo para enfrentarlo yendo siempre dos o tres pasos más adelante en términos estratégicos que aquel.

Y el autor profundiza en los aprendizajes y las criticas que llueven al desempeño de la fuerza que se esta fogueando, madurando: la critica por el derroche de municiones cuando estas son escasas, la critica a varios jefes que vacilan, que dejan sus puestos, que no acatan ordenes y que ponen en riesgo operaciones, el reconocimiento a combatientes que superan a sus jefes vacilantes y que detienen los repliegues mal ordenados o que logran cumplir las misiones cuando otros fallan. El reconocimiento global a una fuerza pequeña, agotada, que corre de un lado a otro en la sierra para tapar una vía posible por donde puede colarse el enemigo y que al día siguiente esta montando una emboscada y el subsiguiente está cercando un batallón enemigo.
No escatima crítica Fidel al voluntarismo de quienes lanzan ofensivas e insurrecciones sin considerar la correlación global de fuerzas favorable al enemigo, como tampoco la critica acida a los jefes enemigo que lanzan a sus fuerzas al combate sabiendo que van a sucumbir. Llama la atención el trato al enemigo que desarrolla Fidel a lo largo de la campaña: a veces se dirige a los oficiales directamente via cartas, otras a la tropa usando altoparlantes en medio de la batalla. El humanismo de los revolucionarios queda en evidencia en la entrega de los prisioneros a la Cruz roja, en el trato respetuoso a los uniformados que no han cometido crímenes de guerra y que solo acataban ordenes.

No falta en el relato las anécdotas que reflejan y retratan a los individuos: así por ejemplo la obsesión de Fidel por poner en funcionamiento un tanque obtenido en el preámbulo de una importante batalla, misma del Ché por encontrar a quien le Ha arrebatado su mulo. Previo al combate ambos bromean al respecto: el Ché enviándole mensajes a Camilo para que no tome tanques porque Fidel se los va a quitar y a su vez Fidel molestando al Che porque no ha logrado saber que pasa con su montura.

Entre los temas estratégicos que sorprenden está el desacuerdo que tiene el Ché respecto a la táctica de Fidel de “golpes doble”, donde el Ché aparece preocupado por conservar la fuerza y Fidel de aprovechar y profundizar cada golpe dado al enemigo.

Mas allá de lo anecdótico, el libro logra plasmar una gesta de enorme importancia para Cuba y para Latinoamérica toda: la derrota estratégica de la ofensiva del Ejercito batistiano en la Sierra que duró setenta y cuatro días de combate, con el resultado de un giro estratégico: nunca más las fuerzas de la dictadura entraron a la Sierra Maestra y esta derrota significo en inicio de su colapso militar.

En términos de cifras el ejército sufrió 1000 bajas, de ellas 300 muertos y 443 heridos, incautándose 507 armas, dos tanques, diez morteros, varias bazucas y doce ametralladoras calibre 30.

De los caídos en combate por parte del Ejercito Rebelde destacan los Comandantes Andrés Cuevas, Ramón Paz y Rene Ramos Latour, dos capitanes, 5 tenientes y 23 combatientes.

De un mensaje de Fidel al Ché:

“Al anochecer interceptamos un mensaje de la avioneta al jefe de un batallón, al parecer, situado en la playa, diciéndole que avanzara ocupando los puntos llaves, esto es las alturas y protegiera la arria de mulos con su pelotón. Esta misma noche acabo de enviar mensajeros a Andrés Cuevas, Lalo Sardiña y Paz, informándole de esto. Cuentan entre los tres con 76 hombres bien armados con moral altísima de lucha, buenas posiciones y están prevenidos. En pocas ocasiones anteriores, tal vez ninguna, se esperó al enemigo en mejores condiciones. Lo que mas me atrae de esta operación es la destrucción de sus refuerzos vengan de done vengan. Teniendo a la tropa sitiada, al borde del colapso y al gobierno obligado a socorrerla, nosotros debemos tratar de convertir esta operación en una batalla decisiva. Ya el Ejército no puede hacer más, ha llegado al limite de sus potencialidades, mas bombas, mas metralla, mas cohetes, mas napalm y mas morteros no puede usar, ni tampoco mas columnas; se palpa su impotencia. Situado tu en el vértice de la Mina y Camilo en La Plata, con los refuerzos de Almeida y Ramirito, no podemos tener mejores perspectivas de victoria.”

Y así mismo fue.