sábado, 22 de diciembre de 2012

CHILE HUELE A CHIQUERO (EDITORIAL PUNTO FINAL 773)

Chile huele a chiquero

Punto Final


No es casual la seguidilla de escándalos que revelan la corrupción que, en todas sus formas, está convertida en práctica cotidiana de los sectores dominantes del país. Por desgracia se trata, también, de un fenómeno que se extiende como mancha de aceite contaminando al conjunto de la sociedad. La avidez insaciable y la falta de escrúpulos para acumular grandes fortunas de que hacen gala los ricos, contagia también a muchos pobres y sectores medios que luchan por sobrevivir en una realidad implacable con los más débiles. Se ven empujados a competir en los circuitos del abuso, la prostitución, el microtráfico o simplemente, la delincuencia. A vender su alma y su conciencia para obtener un lugar en la sociedad. El modelo capitalista neoliberal que nos gobierna desde hace casi 40 años, ha modelado a su imagen y semejanza un tipo de sociedad cuyo norte es el lucro y a la que no importan los métodos para alcanzar la máxima ganancia, única medida del éxito.

Se ha instalado una suerte de “cultura de la corrupción”, que es el marco en que opera el modelo neoliberal hoy en crisis. En la medida que ese modelo manifiesta su fracaso, la corrupción aumenta porque la injusticia crece. La inmoralidad congénita del sistema produce graves distorsiones en las relaciones sociales y en las conductas de las personas. Antecedentes científicos irrefutables señalan que Santiago de Chile es la capital del mundo con mayor número de trastornos ansiosos y depresivos y que, como consecuencia, es el país de la OCDE donde más ha aumentado la tasa de suicidios, sobre todo de jóvenes. Esta es la resultante de una sociedad basada en el lucro, el egoísmo y la más despiadada competencia, que hace del ciudadano mayor de 45 años un objeto desechable, condenado al basurero de las vidas inútiles. 

La corrupción ha tomado carta de ciudadanía en Chile. La derecha política -como antes hicieron la Concertación y la dictadura- se siente con derecho a la impunidad para proteger los negocios y negociados de su círculo de hierro. Paradojalmente, el pueblo votó por esta derecha conservadora creyendo que “los ricos no roban”. Esa visión ingenua se desplomó a poco andar del actual gobierno, cuyos ministros y altos funcionarios provienen en su mayoría de la empresa privada. Se han hecho una práctica las coimas disfrazadas de comisiones en los negocios con el Estado, el uso de información privilegiada, la actividad de lobbistas inescrupulosos y las presiones desembozadas sobre gobierno y Parlamento. En los hechos, la derecha hoy en el gobierno controla el Ejecutivo, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, las Fuerzas Armadas, las policías, la Contraloría y el Congreso, este último gracias al sistema binominal y los quórums constitucionales que impiden hacer cambios que, por lo demás, ninguno de los dos bloques políticos guardianes del statu quo se plantea realizar. La Concertación, hoy en la oposición, se limita a azuzar la crisis a la espera de retornar al gobierno en 2014 para continuar enriqueciéndose y prostituyendo la conciencia ciudadana.
Así, se cierra la posibilidad de una reversión del sistema generador de corrupción y desigualdad que pudiera provenir de los partidos de la institucionalidad. La esperanza de rectificación profunda sólo puede avizorarse en el movimiento social, que impugna al sistema y que mediante la movilización está comenzando a fraguar una alternativa de cambio.

La corrupción durante la dictadura -y en años posteriores- se extendió a las Fuerzas Armadas y Carabineros. Pinochet dio el ejemplo haciéndose de una enorme fortuna cuyo monto exacto aún no se conoce. Pero el saqueo de fondos públicos se extendió a todas las ramas de las FF.AA. y la policía. Todavía se investiga la adquisición de fragatas para la Armada, la compra de aviones-chatarra en Bélgica para la Fach y la adquisición de tanques Leopard, dados de baja, para el ejército, amén de la aventura del Proyecto Rayo que repletó numerosos bolsillos castrenses y civiles. En el ejército incluso funcionó durante largo tiempo una especie de financiera informal que resultó una estafa para muchos oficiales de baja graduación. 

En la policía y en Gendarmería las relaciones con el narcotráfico siguen preocupando, porque incluyen la desaparición de cientos de kilos de droga decomisada. Ni la Iglesia se ha librado de la peste de la corrupción, sacudida por casos de pedofilia amparados por algunos obispos. 
La corrupción ahoga al país con el nauseabundo olor a chiquero que emana de la educación privada. Las denuncias del movimiento estudiantil contra el lucro, han quedado minimizadas ante la olla podrida que se ha destapado en la Comisión Nacional de Acreditación de las universidades. Los conflictos de intereses complican a ministros, altos funcionarios, directivas políticas, etc. Ha sido tan fuerte el remezón que ha provocado la renuncia de un ministro y una crisis en las relaciones con el gobierno de uno de sus partidos. En el negocio de la educación privada aparecen implicados todos los sectores políticos institucionalizados -desde la UDI al Partido Comunista- y confesionales, desde los Legionarios de Cristo a la Masonería. Dado este hecho, resulta imposible creer las promesas de rectificación y depuración del sistema de acreditación que están haciendo las autoridades.

En la tramitación de las leyes es un secreto a voces la presión de empresas como las pesqueras y tabacaleras. El escándalo de Agrosuper -que causó la rebelión de la población de Freirina- se arrastra desde el gobierno de Ricardo Lagos, pero sólo ahora se ha revelado que la empresa -generosa hada madrina de variados candidatos a cargos de representación popular- violó los compromisos medioambientales e instaló un plantel para criar cientos de miles de cerdos envenenando el aire, el agua y la tierra de Freirina. 

El escándalo de La Polar, a su vez, puso en evidencia una compleja maquinaria para engañar a más de un millón de personas manipulando sus deudas. El crédito y sus trampas se han convertido en una horca para miles de familias, cuyos ingresos se destinan en más del 60% a pagar deudas interminables. La colusión de las cadenas de farmacias para manipular los precios de los medicamentos, puso al descubierto una forma criminal de maximizar ganancias a costa de la salud de la población. En el área energética la paralización de HidroAysén no significa que se haya abandonado el proyecto de consorcios gigantescos que intentan redoblar sus ya inmensas utilidades. Ahora el gobierno busca -a través del Consejo de Ministros- eludir las objeciones a las termoeléctricas, como acaba de ocurrir con la planta Punta Alcalde, en Huasco. Y no son casos únicos. Los empresarios de la construcción continúan haciendo lo que quieren, sus edificios se derrumban, los planos reguladores de las ciudades se modifican a su antojo y se infla una burbuja inmobiliaria que puede provocar una crisis gigantesca, afectando a miles de deudores hipotecarios. El Transantiago sigue agobiando la vida de los santiaguinos, porque el gobierno no se atreve a tomar el control del transporte público, hoy en manos de concesionarios que relegan el buen servicio a un lugar secundario respecto a las ganancias.

El modelo neoliberal produce consecuencias funestas en países como el nuestro, en que los ricos están acostumbrados a imponer su voluntad y el Estado es incapaz de establecer mecanismos efectivos de control y de sancionar en forma ejemplar a los infractores. 

La corrupción se ve alimentada por el afán de lucro convertido en paradigma. Su magnitud y penetración en vastos sectores sociales se constituye en instrumento de presión que, llegado un momento, se desbordará y actuará sin control, como ya ocurre en otros países dominados por las mafias y el crimen organizado. Es irritante que algunas transnacionales que operan en Chile ganen en un año más que el total de sus inversiones durante todo un decenio. El aumento geométrico de las ganancias de bancos, Isapres, AFPs, mineras, forestales, etc., que permiten comprar el vasallaje de autoridades, parlamentarios y medios de comunicación, desafía toda racionalidad y sentido de justicia en un país como Chile con dramáticas carencias en salud, educación y vivienda. La voracidad del sistema mueve las aspas de la corrupción y deforma de modo perverso los valores de solidaridad que necesita una sociedad para crecer en paz y con justicia. Sólo un proyecto histórico basado en una rigurosa ética solidaria -que haga del compartir un ideal de vida- podrá rescatar a Chile del pantano pestilente en que se encuentra.



Editorial de “Punto Final”, edición Nº 773, 21 de diciembre, 2012

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HERNAN SANTOS PEREZ ALVAREZ REGRESA A BARRANCAS (ALMA NEGRA)


HOMENAJE A HERNAN SANTOS PEREZ ALVAREZ

 Aquí estamos hoy, los tuyos, querido compañero, amigo, hermano, padre, camarada.
Aquí venimos hoy a despedir los pocos restos de tu cuerpo que los criminales dejaron.
Aquí estamos hoy todos para conversar contigo, para entregarte nuestro cariño, nuestra admiración y respeto, para recordar tu estatura, para recordar tu caminar, para recoger tu ejemplo.

Ha pasado tanto tiempo, tanta lucha, tantos hechos desde esa vez que dejaste tu casa, tus hijos y caminaste hasta el Jardín Infantil con tu cámara fotográfica y tu radio. Sabías que los perros guardianes del poder se habían cebado contigo y estaban tras tus pasos. Te habían detenido el 6 de mayo del 74, te habían castigado duramente para quebrar tu compromiso con tu pueblo, con los pobladores de tu campamento, con el arte y cultura popular. No lo habían logrado.

Tú resististe y saliste de ese episodio quizás más fortalecido, más convencido. Quizás, en medio de esa primera vez en manos de los perros rabiosos, tus ojos se llenaban de esos rostros felices de niños disfrutando en El Tranque popular, quizás en esas horas difíciles te acompañaba la poderosa energía de los pobladores de tu campamento luchando, quizás, desnudo de esos mágicos estímulos, solo la conciencia de militante rojo y negro, de orgulloso y aguerrido mirista te acompañaba.

Tu sabías Hernán que la jauría no perdonaría tu consecuencia, tu fortaleza. En ese tórrido tiempo en que el miedo reinaba, en que muchos renunciaban a la lucha para proteger sus vidas, tu seguiste adelante, asumiste la conducción del MIR en tu zona, seguiste articulando voluntades, resistencia, sosteniendo la llama que solo años después se encendería.

Te siguieron, te emboscaron, te ametrallaron frente a tus propios vecinos. No les importaba, al contrario. Te asesinaron e hicieron desaparecer tu cuerpo descarada y desvergonzadamente. Para que el terror reinara entre tus vecinos, entre tu familia, en el partido. El odio feroz de los patrones y de sus esbirros buscaba no solo aniquilar tu cuerpo, tu existencia, sino que también aniquilar a los tuyos, a los pobladores, a las ideas y al proyecto de lucha que tú representabas.

Y hoy estamos aquí 35 años después para estar contigo, para entregarte nuestro cariño, para que sepas que el ejemplo que sembraste maduro en nuevas luchas, nuevos combates, nuevos pobladores, mujeres y hombres que se han seguido levantando una y otra vez, enfrentando los mismos miedos que tu enfrentaste, enfrentando los mismos temores, dudas, los mismos enemigos.

Hernán, tú fuiste leal, coherente, consecuente con tus palabras y proyectos. Hemos aprendido que demasiados no lo fueron, hemos aprendido que otros muchos se graduaron como tú de revolucionarios intachables, hemos aprendido, sobretodo hoy día, la vigencia de ese proyecto político por el cual te asesinaron: que habrá rebeldía mientras exista miseria y opresión.

Tu ejemplo, tu consecuencia, tal como la de Bautista van Schowen, de Miguel Enríquez, como el ejemplo de los combatientes de Neltume y de tantos y tantas que cayeron en la lucha, son hoy un legado de dignidad, de ética, de ejemplo para las nuevas generaciones, sobre todo para los jóvenes asqueados de dobles discursos, de maniobras politiqueras, de discursos vacíos de consecuencia, de la miserable vida política basada en el cálculo político y el contubernio, de la frustración y el conformismo proclamado como “política realista”.

Para que nos engañamos hoy, si tú fuiste en tu tiempo de aquellos “locos ultraizquierdistas” que llamabas a resistir con las armas a la dictadura, si tú eras “extremista” que desarrollaba resistencia. Tú no eras ni conciliador, ni medias tintas, ni solo un buen padre, o buen fotógrafo o buen dirigente de pobladores. Tú fuiste asesinado porque no aceptabas la sumisión, porque preferías arriesgar todo lo que te era más amado a quedarte pasivo, a esperar que cambiaran las condiciones de lucha, a asilarte, a aceptar vivir arrodillado y sometido. Te asesinaron porque eras semilla de rebeldía que se esparcía, porque tu proyecto era de un futuro sin patrones ni burguesía, porque eras un militante clasista y revolucionario.

Hoy, también el pueblo rojoynegro te despide a través de estas palabras. Nosotros seguimos sosteniendo en lo fundamental, las ideas y el proyecto que tú sostenías. Cierto es que estamos fragmentados, divididos, pero seguimos de una u otro forma construyendo la fuerza social revolucionaria que se requiere para materializar esas transformaciones sociales por las cuales tú luchaste.

Salud camarada Hernán, tú sigues viviendo en las luchas de tu pueblo, en las banderas rebeldes que enarbolan por centenares manos jóvenes y decididas como fueron las tuyas, tú sigues viviendo en la luchas del pueblo que comienza a despertar, como los de Dichato, de Aysen, de Freirina, como los estudiantes secundarios, los temporeros de Aconcagua, los parceleros que luchan contra el robo de agua, en los pescadores artesanales que enfrentan al poder,  entre las comunidades mapuches que recuperan tierra y fundan órganos de autodefensa territoriales.

Honor y Gloria para Hernán Pérez Álvarez,  hijo del pueblo, ejemplo de lucha y consecuencia, mirista de verdad.

¡LA LUCHA CONTINUA…HASTA LA VICTORIA FINAL!
¡SOLO LA LUCHA NOS HARA LIBRES!

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