viernes, 8 de abril de 2011

EL LEVANTAMIENTO POPULAR DEL 2 Y 3 DE ABRIL Y LAS TAREAS DE HOY

(TRABAJADORES AL PODER)

Compañeras y compañeros.

Nos reunimos hoy a recordar una de las jornadas más importantes de la lucha de clases en Chile, que lógicamente los poderosos ocultan y tergiversan porque en si mismo los hechos ocurridos ya hace medio siglo, desmienten la imagen construida por la dominación de un proletariado y pueblo chileno sumiso, enajenado y carente de capacidad de lucha. Por otra parte, los hechos demuestran al mismo tiempo el rol asumido por los diferentes actores políticos: el rol de la iglesia, de las FFAA, de los partidos burgueses y reformistas, mostrando claramente la fuerza que surge desde abajo, desde los explotados y marginados cuando estos deciden el camino de la acción directa de masas.

Es cierto que hoy en Chile ese sujeto popular, consiente y combativo no está aún presente, o digámoslo de otra manera, está disperso, atomizado, fragmentado en luchas locales, sectoriales y parciales, pero está allí palpitante, gestándose. Es el mismo pueblo que se convirtió en protagonista directo del poder popular cuando la experiencia reformista de la Unidad Popular no podía contener las ofensivas contrarrevolucionarias de los patrones, es el mismo pueblo convertido en marcha del hambre, en cacerolazos, en barricada y jornada de protesta que obligó a la dictadura militar a sacar a 80.000 soldados a la calle y luego obligo a que el imperialismo, la propia dictadura y los mal llamados “socialistas renovados” en alianza con los democratacristianos levantaran la salida burguesa que impuso los gobiernos de transición de la Concertación hasta llegar al gobierno directo de los patrones que nos somete hoy.
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    En 1957 el ex dictador Carlos Ibañez a la cabeza de un gobierno derechista apoyado (¡que novedad!) por un sector del Partido Socialista, decretó el alza del transporte público lo que dio paso desde la última semana de marzo de ese año a una serie de movilizaciones en Viña, Valparaíso, Concepción y Santiago convocadas por el Comando Contra las Alzas. No se trató de simples marchas con banderas y discursos oficiales. Se trató de un vendaval de masas que tomó caminos, enfrento a carabineros, asumió control territorial durante días enteros lo que obligó al Estado a retirar a Carabineros y sacar a las calles a los marinos y a los soldados tratando de frenar la movilización. Quien quiera conocer más de estos sucesos pueden buscar un relato pormenorizado de estos hechos en la revista “El ciudadano” o en su pagina web.l Cuando en el debate de la izquierda chilena se habla de la lucha por derrocar al estado capitalista chileno y se pone al pueblo y a las masas como sujetos que solo votan, como sujetos que solo luchan por sus propias reivindicaciones parciales, cuando se les señala como posibles “ayudistas” de un partido, frente u aparato que hará la revolución, nosotros sostenemos: observen el 2 y 3 de abril y la calidad de las luchas desarrolladas; decimos observen quienes realmente fueron quienes desarrollaron el poder popular en el gobierno de la Unidad Popular, quienes tomaron en sus manos empresas, mercados, tierras, vehículos y ejercieron el control obrero de la producción, observen quienes fueron los que se organizaron en los territorios para enfrentar la represión pinochetista en las calles, en las barricadas, en las gloriosas jornadas de protesta nacional. Nosotros nos reunimos a recordar hoy estas movilizaciones, porque estamos convencidos que es posible luchar contra el capital y el imperio apoyados en la fuerza de las grandes mayorías nacionales, porque estamos convencidos que solo la organización, construcción y lucha de una fuerza social revolucionaria hará posible un verdadero cambio en Chile. Nos reunimos hoy para reflexionar colectivamente – como lo hemos hecho siempre- buscando los caminos para materializar nuestras ideas revolucionarias hacia un quehacer concreto. Nosotros, a pesar de las derrotas, a pesar de los evidentes cambios operados en la sociedad, venimos a decir y a decirnos, aquí y hoy, que existen las bases materiales y objetivas para trabajar por construir una alternativa revolucionaria cuyo centro sea el pueblo consiente y organizado. Porque la contradicción principal de la sociedad sigue siendo la misma: Dueños del poder y la riqueza de una parte y masas sometidas a la cesantía, a la explotación, a la miseria, a jornadas de trabajo extenuantes, con derechos históricos conculcados. Educación para ricos y migajas de educación para pobres reconocida cada año por el SIMCE. Salud para ricos y muerte, colas y mala atención en los hospitales para pobres. Ciudades, barrios, casas lujosas, balnearios para ricos amurallados y llenos de cámaras de vigilancia, barrios pobres que se anegan cada invierno, enormes deudas impagables por las casas para pobres. Justicia y leyes favorables para las empresas mineras, forestales, pesqueras, energéticas, depredación, contaminación, falta de crédito y asfixia para los trabajadores, artesanos, feriantes y todos quienes sufren los rigores de las empresas extranjeras adueñadas del agua, de las comunicaciones, de los minerales, del mar, de los bosques. Y la violencia. La misma violencia expresada contra el pueblo de forma aguda en los años recientes de dictadura, que día a día escala siempre empujada por los dueños del poder en contra de quien ose luchar por sus reivindicaciones al tiempo que se gastan enormes sumas de dinero en armamentos, aviones, tanques, buques de ultima generación y se militariza la policía para enfrentar a estudiantes que luchan contra la educación de mercado, contra mujeres porque luchan por el derecho a decidir sobre sus cuerpos, contra deudores habitacionales y pobladores que defienden el derecho a la vivienda, contra profesores que exigen sus reivindicaciones al igual que todos los empleados públicos y municipales, contra pescadores artesanales que luchan defendiendo sus fuentes laborales y contra la entrega del mar a las empresas privadas y a las salmoneras, contra los subcontratistas que se movilizan por sus derechos, contra los jóvenes ocupas que toman casas abandonadas para llenarlas de arte y vida, contra los jóvenes golpeados y detenidos por el simple delito de ser jóvenes y vestir diferente, contra mapuches que luchan por sus tierras y en contra de las empresas madereras. En definitiva, la misma violencia de los poderosos desatada contra el pueblo en la medida que este levanta sus luchas, demandas y camino propio, criminalizándolas, aplicando la ley antiterrorista, de seguridad del estado, en definitiva la ley del embudo que no castiga a los que se coluden para estrujar los bolsillos del pobre como las farmacias, los que contaminan y envenenan los ríos y tierras del país, los que se burlan de las leyes del trabajo obligando a los trabajadores a jornadas agobiantes, manteniendo miles de contratos a “honorarios” sin derecho laboral alguno, impulsando leyes de amnistía e indulto cuando no cárceles especiales para los esbirros responsable de las muertes de tantos y tantos camaradas. Compañeras y compañeros: Nosotros seguimos estando donde siempre estuvimos, seguimos enarbolando los principios que dieron origen a organizaciones revolucionarias como el MIR, el FPMR, el MAPU LAUTARO. Desde nuevas organizaciones, colectivos o comunidades, nosotros los viejos y nuevos de esta franja de pueblo que no acepta arrodillarse ni claudicar no tenemos otro camino que luchar. ¿Quién dijo que todo está perdido? No vamos a aceptar el apostar al mal menor, el luchar por pequeñas y miserables reformas, por un subsidio mas, por una dadiva que en nada cambia nuestro carácter de explotados. No vamos ni queremos abandonar el camino de construcción de la verdadera alternativa del pueblo explotado cambiándola por migajas de participación en ningún circo electoral donde los poderosos juegan sus cartas, todas a ganador. No vamos a comulgar con ruedas de carreta, por muy ilustre que sean los apellidos que detenten los operadores del sistema. Al camino de la claudicación oponemos el de luchar para construir las condiciones para la revolución. Al camino de la subordinación oponemos el camino de la reconstrucción del campo popular y sus organizaciones. Al camino del mal menor oponemos en de acumular y desarrollar fuerza propia en todos los espacios sociales. Al camino de las maniobras políticas efectistas oponemos en duro y tenaz trabajo por reconstruir conciencia política en el seno de las familias, del curso, del taller, del vecindario, del paking, de la fábrica, de la comunidad, Nosotros, los revolucionarios dispersos, los porfiados, los duros de mollera, seguiremos diciendo que nuestro único camino es luchar desde y con el pueblo organizado. A construir la fuerza social, política y material para luchar por la revolución. A construir nuevos 2 y 3 de abril. TRABAJADORES AL PODER

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martes, 5 de abril de 2011

FRENTE AL CUARTEL BORGOÑO (Alma Negra)












Treinta años después,  miro al monstruo desde la otra orilla  del  Mapocho.

Tendido en una banca vieja, un borracho gime en sueños y más allá,
en otra, dos jóvenes amantes gimen en preámbulos de amor.

Antes, los gemidos eran multitudes de agonías y estertores.
Gritos destemplados que quedaban colgados en muros sellados.
Hoy, la gente pasa por tus costados amnésicas y riendo.
Paquetes, mochilas, bolsas de compra, verduras, telas  y pescados.
Caminan rápido, en oleadas, ceños fruncidos unos, lejanos y ajenos otros.

No saben que, desde la hermosa casa colonial
lavada en olvido, se dictaminaba muerte.

Amnésicos que,  desde esos soberbios ventanales,
Azrael, el ángel de la muerte, batía sus alas.

Olvidados que en éste lugar el pavimento recogió
la sangre fresca de Juan Olivares y que
metros más al norte, Enrique Reyes fue acribillado
por su conducta de soldado aviador leal al pueblo.

Es demasiado el olvido.
¿Recuerdas a José Julián Peña Maltés, a
Julio Orlando Muñoz Otárola, a
Manuel Jesús Sepúlveda Sánchez, a
Alejandro Alberto Pinochet Arenas, a
Gonzalo Iván Fuenzalida Navarrete?

Ellos nunca salieron de este cuartel.

Pero si salieron de aquí, los verdugos de la Brigada Verde
que aquella madrugada de Corpus Cristi tejieron las mortajas
de Patricio Escobar, de Wilson Henríquez,
de Julio Guerra, Juan Henríquez, Patricia Quiroz,
Esther Cabrera, Ricardo Rivera, Manuel Rivera
de Ricardo Silva y Elizabeth Escobar,

Frente al Cuartel Borgoño espero el bus donde llegará mi hijo.

En ese tiempo lejano, de claves y encuentros clandestinos,
esperaba ansioso la llegada de Watussi, Yamil o del Poroto.
Muy cerca nos juntábamos con la Arcadia, el chico de Talleres,
con JC y sus noticias de la resistencia en las fabricas,
con Jacinto y sus planes de encaminamiento,

Ayer esperábamos construyendo el futuro.

Hoy, en la aridez, riego la tierra y siembro mañanas. 

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Carta de los damnificados del terremoto: 27 DE FEBRERO DEL 2011: UN AÑO SIN RECONSTRUCCIÓN

A un año del terremoto y tsunami, los damnificados que sufrimos la peor catástrofe de nuestra historia nos sentimos abandonados por el gobierno. En Dichato, por ejemplo, donde se encuentra el campamento más grande del país, con cerca de 500 mediaguas, no se ha levantado una sola vivienda y no han empezado siquiera las urbanizaciones de las futuras poblaciones. Las únicas obras visibles son la canalización de un estero y una cancha de tierra, que inauguró recientemente la intendenta del Bío Bío, con bombos y platillos. Los subsidios de reconstrucción no han sido asignados y la gente vive en la incertidumbre total.
En Constitución, otro de los lugares más golpeados por el sismo, la situación es parecida. Allí, el presidente inauguró hace algunas semanas mejoras en el acceso de una playa: un mirador y unos cuantos quitasoles de madera.
¿Por qué el Presidente, en el inicio de su campaña publicitaria previa a la conmemoración del 27F , va a Constitución a inaugurar el acceso a una playa? ¿Por qué la Intendenta del Bio-Bio inaugura una cancha de tierra? La respuesta es sencilla: en Dichato y en Constitución, el gobierno no tiene nada más que mostrar.
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    Hoy, a un año del terremoto que dejó a miles en la miseria, los damnificados de todo el país nos preguntamos, ¿Qué están esperando?
    ¿Están esperando que la gente se resigne y pierda la esperanza? ¿Están esperando que la gente abandone lo poco y nada que les quedó? ¿Están esperando que las familias se endeuden de por vida para recuperar la dignidad perdida? Al Gobierno y a toda la clase política les preguntamos, ¿Qué están esperando? ¿Están especulando con el dolor de los damnificados? ¿Existe algo más miserable que especular con el dolor de las personas? De Rancagua a Concepción, hay familias pasando hambre porque no tienen acceso a créditos blandos que les permitan recuperar sus pequeños negocios. En Cerro O’Higgins, hay familias chantajeadas para que desistan de su legítimo derecho a demandar al Estado por el derrumbe de un edificio construido por SERVIU, donde murieron 8 personas. Sólo si desisten de su demanda podrán recuperar sus viviendas. En Cauquenes, hay familias que sacrificaron la universidad de los hijos para poder pagar un arriendo, porque los jóvenes no han recibido ningún tipo de ayuda para seguir estudiando. En Santiago, hay familias separadas, repartidas en casas de familiares, que viven arrinconadas, tratando de no molestar. En Talca, miles de familias luchan por no ser expulsadas de los históricos barrios que habitan desde hace décadas porque no son propietarios o no tienen regularizados sus títulos de dominio. En La Poza, en Constitución, vive Emilio, quien perdió a su padre, a su hijo, su casa, su bote y su motosierra; su historia recorrió el mundo, pero de nada le ha servido, porque ni siquiera recibió ayuda para buscar a su hijo desaparecido. En Chiguayante, Coronel y Talcahuano, hay familias vulnerables que serán expropiadas y recibirán una miseria por viviendas sociales que pagaron durante décadas. La desesperación es tal, que en Villa Futuro ya optaron por una huelga de hambre indefinida. En Concepción, hay personas que deben pagar arriendo, dividendo, terapias físicas y psicológicas, abogados, y hasta los peritajes de sus edificios colapsados, con un sueldo de clase media que no les da abasto. En Dichato, hay pequeños emprendedores que luego de décadas de trabajo habían conseguido construir casas y negocios que le daban para vivir. El 27 lo perdieron todo, hoy sobreviven en empleos precarios y más encima, deben enfrentar expropiaciones arbitrarias que les quitarán el único patrimonio que les quedó: un sitio eriazo. En las caletas del Maule y Bio Bio, hay pescadores que no pudieron recuperar sus botes por estar en DICOM. ¿Y dónde están los alcaldes, los concejales, los gobernadores, los intendentes, los consejeros regionales, los seremis, los senadores y los diputados de todos esos distritos? Salvo honrosas excepciones, todos brillan por su ausencia. Chile es un país rico. Las arcas fiscales de nuestro país tienen fondos suficientes para construir viviendas dignas a los damnificados que perdieron su hogar, sin poner en peligro los equilibrios de la economía nacional. Sólo nos detiene la voluntad de los políticos. Somos mucho más ricos hoy que el año 1905, cuando Germán Riesco crea el Servicio Sismológico de Chile, después del terremoto de Valparaíso. Somos mucho más ricos hoy que el año 39, cuando Pedro Aguirre Cerda promulga la "Ley de Reconstrucción y Auxilio y Fomento de la Producción" y crea la Corporación Nacional de Fomento, CORFO, que nace con la misión de impulsar la economía en las zonas afectadas por el terremoto de Chillán. Somos mucho más ricos hoy que el año 60, cuando Jorge Alessandri posterga su programa liberal de gobierno, le otorga prioridad a la reconstrucción de Los Ríos y la Araucanía, y emprende la epopeya del Riñihuazo, luego del peor terremoto de la historia. Somos mucho más ricos hoy que el período 1965 – 1970, durante el cual Eduardo Frei Montalva utiliza ocho veces el 2% constitucional, para mitigar el sufrimiento de los damnificados de temporales, sequía, terremoto, plagas y cesantía. Somos mucho más ricos hoy que el año 71, cuando Salvador Allende, levanta en cuatro meses un Plan de Reconstrucción que especificaba el tipo y cantidad de viviendas a construir, la entidad a cargo de su ejecución, los plazos y la localización precisa del terreno sobre el cual se levantarían. ¿Qué ha hecho el gobierno de Sebastián Piñera para entrar en la historia de los grandes estadistas de Chile? Ha celebrado los goles de la Roja en las aldeas de emergencia, ha paseado el papelito de los 33 por el mundo; ha confirmado en su cargo a una Intendenta que utilizó el terremoto como excusa para premiar a sus fieles, aunque estos no fueran damnificados; y ha invadido de efectivos policiales una pequeña localidad costera, para silenciar a los verdaderos damnificados. Frente a este panorama desolador, donde prima el abandono del Estado y el abuso de los privados, los damnificados no nos hemos quedado de brazos cruzados. Al contrario. Desde el mismo 27 de febrero del 2010, nos organizamos primero para sobrevivir dignamente en la emergencia; y luego, hemos trabajado codo a codo para recuperar las condiciones básicas de una vida civilizada: baño, ropa, techo, luz eléctrica, agua potable, visibilidad mediática, legitimidad política, fuentes laborales y la posibilidad de una vivienda definitiva en el mismo barrio que nos vio crecer. Casi todo lo que se ha avanzado en reconstrucción a lo largo de este año, se ha conseguido gracias a la presión de las comunidades organizadas. Y aún así es poco, demasiado poco. Poco, porque las políticas públicas de reconstrucción nada tienen que ver con la realidad del terremoto. Los subsidios habitacionales son los mismos subsidios que operan en tiempos normales, tan burocráticos que llegan a ser absurdos en tiempos de terremoto. ¿Acaso no es absurdo que una persona que se quedó en pijama en la calle, con apenas su celular en la mano, deba gastar 50 o 100 mil pesos que no tiene, para sacar decenas de certificados que demuestran que es un damnificado, y que luego quede fuera de los subsidios porque su título universitario le otorga más de 14 mil puntos en la Ficha de Protección Social? Casos así, hay decenas de miles entre Santiago y Angol, entre Valparaíso y Tirúa. Las comunidades que han conseguido excepciones para postular a los subsidios son contadas con los dedos de la mano. El avance es lento también porque a lo largo de todo el país hay empresarios afilándose los colmillos, esperando la oportunidad para sacar ganancias de la catástrofe. Empresarios turísticos aguardando las expropiaciones del borde costero para comprar a bajo costo. Empresarios inmobiliarios aguardando la desesperación de los damnificados para comprar a bajo costo. Bancos, aseguradoras y liquidadoras apostando a la indefensión de las víctimas del terremoto, para sacar utilidades de su desgracia. Algunos casos han salido a la luz, como el sobrepago de las mediaguas, la compra de materiales de construcción a las tres grandes cadenas del rubro, y el puente mecano que le costó el puesto al ministro de defensa. Pero quienes pagan por sus faltas son los menos. ¿Cómo es posible que pasen estas cosas? ¿Cómo es posible que la empresa que construyó el mayor número de edificios nuevos que resultaron inhabitables o con daños estructurales, se adjudicara las licitaciones del MOP para estabilizar esos mismos edificios? ¿Por qué se premia y no se castiga a quienes hacen mal las cosas y se aprovechan de la reconstrucción? Y hasta la fecha, los damnificados seguimos solos. Este 27 de febrero del 2011 queremos hacer un llamado especial, a la consciencia de todos nuestros compatriotas. A los que tuvieron la suerte de continuar con su vida normal después del terremoto. No se olviden de nosotros. No necesitamos alimentos ni ropa ni frazadas. Necesitamos médicos, psicólogos y psiquiatras que atiendan los problemas de salud que se arrastran desde hace meses. Necesitamos abogados que nos orienten y nos defiendan de los abusos de los especuladores. Necesitamos arquitectos, constructores civiles, ingenieros calculistas y estructurales, que nos ayuden a la levantar proyectos de reparación y reconstrucción. Necesitamos periodistas que organicen medios locales, y periodistas dispuestos a investigar y a publicar en los grandes medios, las injusticias que nos aquejan. A los funcionarios públicos del Ministerio de Vivienda, del Serviu, de Bienes Nacionales, de los Municipios, Intendencias y Gobernaciones: Nosotros no somos el enemigo. No vamos una y otra vez a sus oficinas porque tenemos ganas de molestarlos. No nos estamos aprovechando de las circunstancias. Somos damnificados que vivimos en tiempos de emergencia, y actuamos con urgencia porque los problemas nos apremian. Además, somos damnificados con derechos, y para recuperar nuestros derechos, necesitamos que ustedes pongan el bien común por sobre todos los demás intereses. A los medios de comunicación les pedimos respeto. No conviertan nuestro dolor en farándula, no queremos simulacros de solidaridad, ni llamados hipócritas a la unidad nacional, no queremos ver nuestra desgracia con música truculenta de fondo y subiendo puntos en el rating. Si van a venir a vernos y a pedir testimonios, muestren la realidad tal cuál es: un país sin reconstrucción. Y finalmente, al Gobierno de Chile, queremos decirle: aún estamos a tiempo de enmendar el rumbo. Es de sabios asumir los errores. Asumir que el plan de reconstrucción no puede prescindir de la participación activa de los ciudadanos. Asumir que las obras públicas prioritarias deben ser los establecimientos educacionales y las redes de salud pública. Asumir que hay que invertir mucho más en subsidios habitacionales, y simplificar la postulación para que ningún damnificado quede en la calle. La ministra ha dicho que de las 370 mil familias damnificadas, 150 mil familias son pudientes y no necesitan protección. Pues queremos revisar uno por uno los RUT de esos 150 mil para que no paguen justos por pecadores. Hemos visto con nuestros propios ojos, que aquellos que tienen recursos ya reconstruyeron y hoy viven normalmente. Los chilenos no somos masoquistas y no permanecemos en la miseria porque si. Los que están esperando un subsidio, son los que no tienen medios suficientes para salir adelante, entre ellos, muchas familias de clase media cuyos ingresos no alcanzan para enfrentar la catástrofe. Se ha dicho hasta el cansancio que el terremoto es también una oportunidad. Pues bien, nosotros queremos ser parte de esa oportunidad. Los damnificados no solo queremos recibir ayuda, también queremos aportar con nuestras manos y nuestras ideas a la reconstrucción de pueblos y ciudades más sustentables y democráticas. ¿Dónde están los Comités Comunales de Emergencia que establece la ley 16.282 para casos de terremoto? Esta misma ley obliga al Ministerio de Planificación a formular planes regionales de reconstrucción: queremos participar en el diseño de estos planes y también en cada uno de los planes reguladores y planes maestros de nuestras comunas, que afectan directamente nuestra vida cotidiana y definen nuestro futuro. Algunos podrán decir que el ciudadano común no tiene el conocimiento necesario para diseñar el futuro de una ciudad. Bueno, después del terremoto, los ciudadanos comunes nos hemos dado cuenta que muchas autoridades políticas no tienen el conocimiento ni la capacidad de sacar a sus pueblos de la ruina; y que por lo tanto, es necesario que todos participen en el diseño de la reconstrucción. No queremos que esta oportunidad termine convirtiéndose en una oportunidad de buenos negocios para unos pocos. Queremos que el terremoto del bicentenario sea una oportunidad de consolidar esa solidaridad de la que nos sentimos tan orgullosos como chilenos. Queremos ser solidarios hasta el tuétano. No dar un poquito y luego dormir tranquilos olvidando la miseria de los compatriotas. Sino, dar y dar y dar y dar hasta que duela. Este es un movimiento ciudadano, diverso y transversal. No somos un movimiento político, sino un grupo de personas cuyo único denominador común es ser un damnificado del terremoto. Por último, hacemos un llamado a todos los damnificados del país a sumarse a nuestro movimiento. Queremos formar una gran red que nos permita compartir experiencias y soluciones, que nos permita compartir habilidades y recursos, una red solidaria capaz de reconstruir las bases de un futuro dónde todos tengamos la posibilidad de ser felices. ¡Damnificados del 27F, los invitamos a construir la verdadera unidad nacional! Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa -reconstruccionjusta@gmail.com Organizaciones miembros: Asamblea de Vecinos de Villa Olímpica; Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay; Escuela Taller de Artes y Oficios Fermín Vivaceta; Comité de Vivienda Integración Latinoamericana –todas de Santiago-; “La Mirada de San Hernán” de San Fernando, la Población Santos Martínez de Curicó; el Movimiento Ciudadano Talca con tod@s y la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Sur Poniente de Talca; las Agrupaciones de Comités Por una Vivienda en mi Barrio de Talca; la Agrupación de Damnificados de Constitución; el Grupo Juvenil CONSTT, el Concejo de Organizaciones Sociales y la agrupación “Mauchos Presentes” –todas de Constitución-; la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Cauquenes, la Asamblea de Dichato y la Red Construyamos de Concepción que agrupa a 25 organizaciones de la región del Bío Bío. Organizaciones de apoyo: Observatorio de la Reconstrucción INVI (Universidad de Chile); Hábitat International Coalition (HIC); Agrupación Ancho Camino, Fundación Patrimonio Nuestro, SUR Corporación y ONG Reconstruye de Santiago; ONG SURMAULE de Talca y CEDESUS de Pichilemu.

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NOCHE IMPERDIBLE : LANZAMIENTO DEL 2do LP DE MAX BERRU CON SUS INSOBORNABLES

MAX BERRU Y LOS INSOBORNABLES
VIERNES 8 ABRIL 2011
BORNE 19, PLAZA ÑUÑOA
22 HORAS
3 MIL PESOS ADHESIÓN
MAX BERRU                       VOZ, PERCUSIONES
CRISTOBAL BERRU         VOZ, TROMPETA
FEDERICO WOLF              VOZ, GUITARRA Y PERCUSIONES
JOAQUIN FIGUEROA       VOZ, GUITARRA

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domingo, 3 de abril de 2011

EL PARTIDO REVOLUCIONARIO CHILENO: EL REFERENTE QUE NO CUAJA (2)

ALMA NEGRA

Se agradece a quienes tomaron el articulo anterior y lo publicaron o linkearon desde sus blogs o paginas. Respecto a algunas personas que nos escribieron y que hace rato abandonaron las filas de la izquierda revolucionaria para proclamar la imposibilidad de construir alternativa, llamando a sumarse a experiencias reformistas y socialdemócratas, claramente decimos que no vamos a publicar sus opiniones. Tienen diarios, revistas, ONG, redes específicas en donde desarrollar sus propuestas. Este blog está dirigido a personas y organizaciones que, a pesar de la confusión, dispersión y atomización en que se encuentra la izquierda, siguen sosteniendo una postura de principios: ser anticapitalista, estar por la construcción de fuerzas sociales y políticas que luchen por transformación revolucionaria de la sociedad, comprometidos en la construcción de una alternativa política que supere la experiencia local o sectorial.

Continuado con el tema de la unidad de las fuerzas revolucionarias y la construcción del Partido Revolucionario nos parece necesario introducir un elemento, a nuestro juicio fundamental: la relación dialéctica entre opresores y oprimidos, entre burgueses y proletarios, entre las fuerzas que dominan y las dominadas.

Y en este sentido afirmamos que la estrategia global de dominación es una acción y como tal tiene momentos en su ejercicio regidos igualmente por la dialéctica: de imposición, de contradicción, de confrontación y de superación, lo que se corresponde de igual manera con movimientos de los dominados de resistencia (con salida de derrota o equilibrio), de reorganización de fuerzas y generación de instrumentos de lucha adecuados al nuevo escenario (teoría, organización de las fuerzas, programa, estrategia, táctica), para luego pasar a la confrontación en sus subsiguientes fases.
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    Afirmamos que la dispersión, confusión y atomización de las fuerzas populares no es un fenómeno nuevo en la historia de la lucha de clases, ni un fenómeno excepcional o exclusivo de Chile, aun cuando convenimos con Reinaldo Troncoso que en Chile tiene además características particulares. Al respecto vale la pena recordar que el surgimiento del MIR en Chile se da luego de un largo periodo de dispersión y atomización de fuerzas, de la existencia de diversos grupos y organizaciones que se desprenden del PS, del PC, de organizaciones trotskistas, y que van configurando un universo de la llamada izquierda revolucionaria que claramente tiene distintas referencias: la insurrección rusa, la revolución china y la revolución cubana. Son grupos como Espartaco, Vanguardia Revolucionaria Marxista, Grupo Ranquil, Partido Socialista Popular, y otros grupos provenientes del mundo sindical donde destaca Clotario Blest Riffo. Es en el marco de ascenso de las luchas populares, del impacto de la revolución cubana, de la apertura de un ciclo de luchas ascendentes a escala mundial, que se dan las condiciones para que estas fuerzas dispersas pero que están interviniendo en la lucha de clases concurran al proceso fundacional del MIR, organización que una vez constituida, debe pasar por un periodo de construcción de teoría propia, de instalación de una hegemonía interna y de salida de sectores que habiendo sido fundadores no se representan en la línea política que el MIR comienza a sustentar. No podemos obviar, en este segundo articulo respecto al tema del partido revolucionario, que hay organizaciones actuales que se reconocen en si misma como “partido u organización revolucionaria”, en algunos casos como continuadores históricos del MIR, del FPMR, del MAPU Lautaro, y en otros casos como organizaciones nuevas que emergen en la década de los 90 o en el actual periodo como lo son el PC (AP) o el GAP. Vale destacar que estos esfuerzos son distintos a los colectivos, piños, grupos en transición, o grupos de carácter local o sectorial. Siendo “organizaciones” políticas con un mayor grado de madurez y desarrollo, la discusión aquí planteada tiene que ver con el proceso de acumulación de fuerzas del campo popular en el sentido de las alianzas políticas, la construcción de una política no solo para los militantes orgánicos sino para la construcción de un bloque politico, de carácter popular revolucionario. Quisiéramos concluir esta segundo posteo, invitando a leer un artículo de Lenin, escrito justamente en una época de confusión y dispersión ideológica. Se trata de “NUESTRO PROGRAMA”.                                                                NUESTRO PROGRAMA (1925)                                                                                                    La socialdemocracia internacional atraviesa en la actualidad por un período de vacilación ideológica. Hasta ahora la doctrina de Marx y Engels era considerada como la base firme de la teoría revolucionaria; pero en nuestros días se dejan oír, por todas partes, voces sobre la insuficiencia y caducidad de estas doctrinas. El que se declara socialdemócrata y tiene la intención de publicar un periódico socialdemócrata debe determinar con exactitud su posición frente a la cuestión que no apasiona sólo, ni mucho menos, a los socialdemócratas alemanes. Nosotros nos basamos íntegramente en la teoría de Marx: Esta transformó por primera vez el socialismo de utopía en ciencia, echó las sólidas bases de esta ciencia y trazó el camino que había de tomar, desarrollándola y elaborándola en todos sus detalles. Esta descubrió la esencia de la economía capitalista contemporánea, explicando cómo la contratación del obrero, la compra de la fuerza de trabajo, encubre la esclavización de millones de desposeídos por un puñado de capitalistas, dueños de la tierra, de las fábricas, de las minas, etc. Esta demostró cómo todo el desarrollo del capitalismo contemporáneo tiende a suplantar la pequeña producción por la grande y crea las condiciones que hacen posible e indispensable la estructuración socialista de la sociedad. Esta nos enseñó a ver, bajo el manto de costumbres arraigadas, de intrigas políticas, de leyes complejas y doctrinas hábilmente fraguadas, la lucha de clases, la lucha entre las clases poseedoras de todo género y las masas desposeídas, el proletariado, que está a la cabeza de todos los desposeídos. La teoría de Marx puso en claro la verdadera tarea de un partido socialista revolucionario: no inventar planes de reestructuración de la sociedad ni ocuparse de la prédica a los capitalistas y sus acólitos de la necesidad de mejorar la situación de los obreros, ni tampoco urdir conjuraciones, sino organizar la lucha de clase del proletariado y dirigir esta lucha ,que tiene por objetivo final la conquista del Poder político por el proletariado y la organización de la sociedad socialista. Y ahora preguntamos: ¿qué aportaron de nuevo a esta teoría aquellos bulliciosos "renovadores", que tanto ruido han levantado en nuestros días, agrupándose en torno al socialista alemán Bernstein? Absolutamente nada : no impulsaron ni un paso la ciencia que nos legaron, con la indicación de desarrollarla, Marx y Engels; no enseñaron al proletariado ningún nuevo método de lucha; no hicieron más que replegarse, recogiendo fragmentos de teorías atrasadas y predicando al proletariado, en lugar de la doctrina de la lucha, la de las concesiones a los enemigos más encarnizados del proletariado, a los gobiernos y partidos burgueses, que no se cansan de inventar nuevos métodos de persecución contra los socialistas. Uno de los fundadores y jefes de la socialdemocracia rusa, Plejánov, tenía completa razón al someter a una crítica implacable la última "crítica" de Bernstein, cuyas concepciones también reniegan ahora los representantes de los obreros alemanes (en el Congreso de Hannover) Sabemos que estas palabras provocarán un montón de acusaciones, que se nos echarán encima: gritarán que queremos convertir el partido socialista en una orden de "ortodoxos", que persiguen a los "herejes" por su apostasía del "dogma", por toda opinión independiente, etc. Conocemos todas estas frases cáusticas tan en boga. Pero ellas no contienen ni un grano de verdad, ni un ápice de sentido común. No puede haber un fuerte partido socialista sin una teoría revolucionaria que agrupe a todos los socialistas, de la que éstos extraigan todas sus convicciones y la apliquen en sus procedimientos de lucha y métodos de acción. Defender esta teoría que según su más profundo convencimiento es la verdadera, contra los ataques infundados y contra los intentos de alterarla, no significa, en modo alguno, ser enemigo de toda crítica. No consideramos, en absoluto, la teoría de Marx como algo acabado e intangible: estamos convencidos, por el contrario, de que esta teoría no ha hecho sino colocar las piedras angulares de la ciencia que los socialistas deben impulsar en todas las direcciones, si es que no quieren quedar rezagados de la vida. Creemos que para los socialistas rusos es particularmente necesario impulsar independientemente la teoría de Marx, porque esta teoría da solamente los principios directivos generales, que se aplican en particular a Inglaterra, de un modo distinto que a Francia; a Francia, de un modo distinto que a Alemania; a Alemania, de un modo distinto que a Rusia. Por lo mismo, con mucho gusto daremos cabida en nuestro periódico a los artículos que traten de cuestiones teóricas e invitamos a todos los camaradas a tratar abiertamente los puntos en discusión. ¿Cuáles son, pues, las cuestiones principales que surgen al aplicar a Rusia el programa común para todos los socialdemócratas? Ya hemos dicho que la esencia de este programa consiste en la organización de la lucha de clase del proletariado y en la dirección de esta lucha, cuyo objetivo final es la conquista del Poder político por el proletariado y la estructuración de la sociedad socialista. La lucha de clase del proletariado se compone de la lucha económica (contra capitalistas aislados o contra grupos aislados de capitalistas por el mejoramiento de la situación de los obreros) y de la lucha política (contra el gobierno por la ampliación de los derechos del pueblo, esto es, por la democracia, y por la ampliación del poder político del proletariado). Algunos socialdemócratas rusos (entre ellos, por lo visto, los que editan el periódico Rabóchaia Misl ) consideran incomparablemente más importante la lucha económica y llegan casi a aplazar la lucha política para un porvenir más o menos lejano. Semejante opinión es profundamente equivocada. Todos los socialdemócratas están de acuerdo en que se debe organizar la lucha económica de la clase obrera, en que en este terreno hay que llevar a cabo una agitación entre los obreros, es decir, hay que ayudarlos en su lucha diaria contra los patronos llamar su atención sobre todos los aspectos y casos de opresión y explicarles de este modo la necesidad de unirse. Pero olvidar la lucha política a causa de la lucha económica significaría renegar del principio fundamental de la socialdemocracia del mundo entero, significaría olvidar todas las enseñanzas que nos proporciona la historia del movimiento obrero. Los fervientes partidarios de la burguesía y del gobierno puesto a su servicio intentaron incluso, más de una vez organizar asociaciones de obreros de carácter puramente económico, para desviarlos de esta manera de la "política" y del socialismo. Es muy posible que también el gobierno ruso haga algo por el estilo, puesto que siempre ha procurado arrojar al pueblo dádivas insignificantes, mejor dicho, dádivas ficticias, con tal de distraerlo de la idea sobre la falta de derechos y sobre el yugo que padece. Ninguna lucha económica puede aportar a los obreros un mejoramiento estable, ni siquiera puede llevarse a cabo en amplia escala, si los obreros no tienen el derecho de organizar libremente sus asambleas y sindicatos, de editar periódicos propios, de enviar sus mandatarios a las instituciones representativas del pueblo, como sucede en Alemania y en todos los otros Estados europeos (a excepción de Turquía y Rusia). Y para obtener estos derechos es necesario llevar a cabo una lucha política. En Rusia no solamente los obreros, sino todos los ciudadanos se ven privados de los derechos políticos. Rusia es una monarquía autocrática, absoluta. El zar solo es quien dicta las leyes, nombra funcionarios y ejerce el control sobre los mismos. Por eso parece que en Rusia el zar y su gobierno no dependen de ninguna clase y se preocupan por todos en igual medida. Pero de hecho todos los funcionarios son designados únicamente de entre los que pertenecen a la clase de los propietarios y todos ellos están sometidos a la influencia de los grandes capitalistas, quienes hacen de los ministros lo que quieren y obtienen de ellos todo lo que pretenden. Sobre la clase obrera rusa pesa un doble yugo: la expolian y saquean los capitalistas y los terratenientes y, para que no pueda luchar contra ellos, la ata de pies y manos la policía, que además la amordaza y castiga todos sus intentos de defender los derechos del pueblo. Toda huelga dirigida contra los capitalistas tiene por resultado el que el ejército y la policía sean lanzados contra los obreros. Toda lucha económica necesariamente se transforma en una lucha política y la socialdemocracia debe fundir siempre una y otra en una lucha única de clase del proletariado. El primer y principal objetivo de esta lucha debe ser la conquista de los derechos políticos, la conquista de la libertad política. Si los obreros de Petersburgo, solos, con una pequeña ayuda de los socialistas, supieron conseguir rápidamente del gobierno concesiones tales como la promulgación de una ley sobre la reducción de la jornada de trabajo, toda la clase obrera rusa, bajo la dirección única del "Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia", sabrá conseguir, por medio de una lucha tenaz, concesiones de importancia incomparablemente mayor. La clase obrera rusa sabrá llevar a cabo su lucha económica y política ella sola, incluso en el caso de no recibir ayuda de ninguna de las otras clases. Pero los obreros no están solos en la lucha política. La falta completa de derechos del pueblo y la salvaje arbitrariedad de todos los funcionarios-sátrapas indignan también a todas las personas cultas con un mínimo de honradez y que no pueden reconciliarse con la persecución de toda palabra libre y de toda idea libre; indignan a los polacos, a los finlandeses, a los hebreos y a los adeptos de las sectas religiosas rusas, que sufren persecuciones; indignan a los pequeños comerciantes, industriales y campesinos, que no tienen a quién acudir en busca de defensa contra los atropellos de los burócratas y de la policía. Todos estos grupos de la población, por separado, no son capaces de librar una lucha política tenaz; pero cuando la clase obrera enarbole la bandera de esta lucha, de todas partes le tenderán una mano de ayuda. La socialdemocracia rusa se pondrá a la cabeza de todos los que luchan por los derechos del pueblo, de todos los que luchan por la democracia, y, entonces, ¡será invencible! Tales son nuestros principales conceptos que iremos desarrollando sistemática y ampliamente en las columnas de nuestro periódico. Estamos convencidos de que así marcharemos por el camino trazado por el "Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia" en el "Manifiesto" lanzado por el mismo.

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