viernes, 5 de agosto de 2011

ADELANTE. ¡ADELANTE CON TODAS LAS FUERZAS DE LA HISTORIA! (ALMA NEGRA)


Gloriosos, históricos y epopéyicos días se viven en el país. 
Las innumerables acciones protagonizadas por el movimiento estudiantil y las fuerzas sociales y políticas que se han ido aglutinando a su alrrededor, han logrado sacudir los cimientos del sistema de dominación imperante en Chile, abriendo una grieta en el dique de los poderosos que durante años había logrado contener las energías y fuerzas de las clases y sectores populares explotados por el gran capital y subyugados a su dominación. 
Una grieta, una crisis política de tal envergadura que tiene a la burguesía y a los poderosos sin solución política a corto plazo y apelando, una vez más, a la represión brutal, en un intento hasta ahora vano, de contener la movilización social y encausar la crisis hacia los mecanismos y formulas de negociación, donde tantas veces hemos sido derrotados. El sistema de representación política, que tantos dividendos les había generado durante los últimos años, está absolutamente desprestigiado y cuestionado por lo que, el enfrentamiento entre la representación política de las clases dominantes – el gobierno y los aparatos estatales – y las fuerzas que hoy día se movilizan tienen en el horizonte de los próximos días suertes dispares: mientras sigue cayendo el respaldo político de los primeros y su autoridad pierde día a día legitimidad, el moviendo de masas tiene un amplio campo de fuerzas sociales donde crecer, afirmarse y proyectarse, encontrándose a pocos meses de la convocatoria a Paro Nacional convocado por otras fuerzas sociales, lo que hará escalar la situación política a un nuevo escenario: de crisis social y política más amplia, de un movimiento popular en ascenso continuo y con la iniciativa en sus manos.

Los socios imperialistas de las clases dominantes chilenas también viven momentos de inestabilidad y crisis. A duras penas el Imperio U$A logró aprobar el alza del techo de endeudamiento estatal, medida que logró sortear el peligro de ser calificada como economía riesgosa para las inversiones, pero aprobando un plan que recorta fuertemente la inversión social, poniendo termino a 80 años del estado de bienestar que gozaban los norteamericanos a costa de la explotación y recursos de los países dominados. En un arrebato de sinceridad los gobernantes declaran “debemos aprender a vivir con nuestros propios recursos”, lo que por supuesto no significa que dejen de ser ni imperialista ni que vivan de la explotación y subordinación de las economías periféricas y dominadas. Más aún la “solución” al impasse, significara dineros frescos precisamente para el capital financiero y para sostener sus negocios. Por ello, agudizando la confrontación entre poderosos, el Presidente de Rusia critica y denuncia a la economía norteamericana como usureros y depredadores, los chinos comienzan a tomar distancia fortaleciendo su propia moneda y Europa sigue buscando salida a la crisis desatada en Grecia, España, Portugal, Italia, Islandia, entre otras. Es curioso que ahora, economistas chilenos defensores del modelo heredado por Pinochet, incluso el mismo Longueira, declaren que la economía chilena está más en el “carro” de la locomotora tirada por la economía china.

En Chile no estamos en presencia de una crisis en el plano económico, a pesar de las últimas bajas en las Bolsas de Comercio. Contradictoriamente a lo que ocurre en el plano social, la burguesía chilena sigue con números azules y al alza, sobretodo por la demanda y el consumo de las economías asiáticas. Lo que no significa que esta producción social no siga siendo en beneficio de una minoría insignificante que no se siente, en ese plano, aun amenazada por el movimiento popular, toda vez que solo son sectores minoritarios de la clase obrera que se movilizan en defensa de sus intereses reivindicativos y que no logran unidad y cohesión como para enfrentar las leyes laborales y los diversos instrumentos de dominación y super explotación que son aplicados como ley sobre la clase trabajadora. Por ello es que, la patronal chilla y desgarra vestiduras frente a la huelga de la Minera Escondida y de los subcontratistas en general, movilizaciones que, de ser más amplias y cambiarían el carácter de la coyuntura de movilizaciones que se viven. Es este factor, el que más temen los dueños del poder y la riqueza: que el movimiento de masas logre incorporar definitivamente a la clase trabajadora, lo que cambiaría radicalmente el escenario político

Es lo que tiene meridianamente claro Longueira, cuyo golpe de estado de semanas atrás en la UDI, se entiende claramente hoy. De sus propias declaraciones, su principal preocupación no es la defensa de éste gobierno. Es la defensa de la política global construida entre la derecha y la concertación durante los últimos años. Longueira esta claro que sin el concurso de la concertación no tienen ni la minima base de gobernabilidad y por ello, apenas asume como ministro desarrolla su propia agenda, recibe a Insunza, del PS hoy en la OEA, tiende puentes hacia la Concertación, está dispuesto a hacer concesiones y dice “aplaudir” las movilizaciones de los estudiantes. Es la otra cara de la medalla que complementa Lagos, quien ante cuestionamientos de Carabineros por las escuchas ilegales, corre a “prestar ropa” a los uniformados, en otro “desliz” que muestra el verdadero rostro de la Concertación, como el ocurrido cuando salió a defender las inversiones del proyecto Hidroaysen. Lo que Longueira no está dispuesto a hacer, como parte del nucleo duro de la UDI, es reconocer la legitimidad de las organizaciones sociales y establecer con ellas acuerdos concretos. Ni mucho menos. Sería reconocer la crisis del modelo politico, la escasa representacion real de los partidos comprometidos en el mundillo del parlamento. Por eso no duda, como ningún “coronel” de la UDI, el rememorar las hazañas del Dictador Pinochet y de su mentor Sergio Onofre Jarpa, que sacaron frente a una Protesta Nacional 80.000 soldados a las calles y poblaciones de Chile, intentando apagar el fuego popular con 15.000 carabineros que simplemente no fueron capaces de contener la lucha desplegada por toda la ciudad, ni los cacerolazos, ni las marchas, ni la legitima ira que se apoderó de muchos que no estan dispuestos a aceptar que se expropie una vez mas el derecho a alzar la voz. Cierto que lograron controlar “la” Plaza Italia y sus alrrededores, pero al final, el costo politico de tal represión les significó una victoria pirrica.

Pero el calculo politico de Longueira y de Piñera, de buscar resolver la crisis teniendo de interlocutores validos a la Concertación, es tambien una mera quimera. Porque ya está muy claro en el plano político, frente a un amplio sector de las masas, el verdadero carácter de la Concertación, mas allá de los eufemismos. Los estudiantes y el movimiento que los acompañan han puesto en evidencia que “la educación de Pinochet” fue la misma educación de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet, está ultima, pasando piola aún en las encuestas que señalan nuevas bajas en el respaldo a Piñera (26%) y a la Concertación (19%). La utópica apuesta de la Concertación es mantener fuera de la coyuntura a su “esperanza dorada” que los devolverá al Gobierno y al manejo de información privilegiada para impulsar sus negocios, esperanza que se va deteriorando cada vez que suena el grito de los estudiantes contra la educación de mercado de Pinochet y Bachelet. Por supuesto que los estudiantes no olvidan que fue justamente ese gobierno el que los sentó a la mesa de negociación para terminar desmovilizando y derrotando al movimiento estudiantil en el ciclo de luchas anterior.

Por ello que es que tambien el escenario politico es desventajoso para los sectores más reformistas que predominan en el PC, pero también para todos aquellos sectores que buscan una “salida politica” a la crisis actual bajo los mecanismos de la legalidad impuesta. La propia fuerza de las movilizaciones, la radicalización del movimiento, el rechazo explicito a resolver el tema en el parlamento y bajo los mecanismos que las clases dominante imponen, impiden quie puedan “capitalizar” el movimiento para sus estrategias electorales y parlamentarias, pero al mismo tiempo agudizan y prolongan la crisis de manera indefinida.

Lo analizabamos en posteos anteriores: El gobierno no puede sino intentar en medio de esta crisis, tratar de resolver manteniendo los pilares de su dominacion y de su modelo economico: seguirá manteniendo el lucro en la educacion, seguira manteniendo educacion privilegiada y de calidad para sus hijos y no accederá a negociar los puntos principales de las demandas del movimiento estudiantil. Por otra parte, la Concertacion y los sectores negociadores dentro del movimiento, que ya han intentado aislar a los sectores mas radicalizados como los secundarios y algunas federaciones universitarias, tampoco logran la legitimidad necesaria para concretar una salida negociada, sobretodo frente al discurso de muchos estudiantes que señalan que “prefieren perder un año de estudio y ganar algo concreto para toda la vida”.

Y es este ultimo factor, el que se está convirtiendo en politica y alternativa de muchos, tal como lo escucharamos a estudiantes secundarios quienes parodiando el famoso discurso de Walace nos señalaban que “no quieren pasarse una vida posterior de movimiento tambien derrotado y buscando una nueva oportunidad para confrontarse con posibilidades a los poderosos”. Ese es el factor subjetivo que da las energias para desatar y mantener huelgas de hambre, ocupaciones de liceos y colegios, salidas a las calles, decenas de perfomances culturales, artisticas, recreativas, que permite en definitiva arrastrar a los indecisos, seguir sumando fuerzas, impedir salidas negociadas y por tanto, agudizar la crisis politica del sistema de dominación.

Cierto que el movimiento tiene debilidades, que debe seguir creciendo en niveles de organización, en mayores alianzas a nivel sociales, de afincarse en los territorios geograficos para sumar nuevas fuerzas a la lucha, que debe pensar en proteger sus fuerzas frente a la represión generando mecanismos de autodefensa, que cada estudiante debe dialogar con su familiar o vecino uniformado replanteandoles el viejo dilema: “la policia tiene dos caminos, o está con el pueblo, o son sus asesinos”. El desarrollo sobretodo de los cacerolazos, muestran claramente el insuficiente apoyo que el movimiento ha tenido en el mundo de los pobladores y de la juventud popular, acciones que contradictoriamente fueron asumidas con mucha energía y fuerza en los sectores medios de la ciudad. Aqui tambien existe una tarea. Mas allá de las debilidades a superar, el movimiento constituido sigue en pie, fortaleciendose y preparandose para nuevas jornadas, donde claramente las clases dominantes intentaran, represion mediante, contenerlo. 
 
Lo que nos hace recordar las palabras de Miguel Enriquez frente a la ofensiva patronal y golpista de 1973: El pueblo debe prepararse para resistir. El pueblo debe prepararse para luchar, el pueblo debe prepararse para vencer. Trabajadores de Chile (y estudiantes ahora) !Adelante! Adelante con todas las fuerzas de la historia!

( En homenáje a Arcadia Flores Pérez, estudiante de Periodismo, subjefa de las Milicias de la Resistencia Popular, caída en combate el 16 de agosto de 1981 en Quinta Normal)

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Temucuicui: Violenta represion y ataque armado contra comunidad Mapuche

Ercilla, viernes 5 de agosto, 18 horas
“Hago un llamado urgente a la comunidad internacional, a los organismos de Derechos Humanos y a la sociedad chilena en su conjunto. Lo que en este instante ocurre en mi comunidad es un ataque criminal, cobarde y ordenado por el Gobierno chileno. La policía militarizada esta atacándonos con todos tipo de armamentos, y personalmente con una grabadora me he acercado a ellos y me dispararon directamente….aquí los mapuche prácticamente estamos esquivando las balas, arrancando y escondiéndonos en canales, árboles y casas mientras nos persiguen. Los jóvenes tratamos de protegen a los niños y a las mujeres, pero el clima es asfixiante por los miles de bombas lacrimógenas que nos disparan….”
Estas, son parte de las palabras que, desde Temucuicui emite el werken o vocero de la comunidad Mijael Carbone Queipul, en medio de los estruendo de las ráfagas y disparos de la policía de elite, en un flagrante atentado a la dignidad y los Derechos Humanos de las personas de la comunidad Ignacio Queipul en Temucuicui, donde el GOPE ha ingresado persiguiendo a los comuneros que reivindican un Fundo usurpado que colinda con sus comunidad.
 Los comuneros, hacen un llamado desesperado a reasumir la defensa real de los Derechos Humanos en Chile, y particularmente en su comunidad donde los niños –dicen- nadie sabe donde están escondidos por el terror que se vive. Llaman a hacerse presente y a solidarizar y Condenar al gobierno chileno por este tipo de actos fuera de toda legalidad.
Todo esto, en pleno desarrollo desde el corazón de la represión hacia el Pueblo Mapuche, donde los comuneros cuentan con material audiovisual que revelarán a los medios en tanto puedan salir del cerco policial.
PuLofMapuXawün
Comunicaciones ATM desde la zona
PU LOF XAWVN

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lunes, 1 de agosto de 2011

LA EXPERIENCIA DEL FRENTE DE PRESOS POLITICOS 1981-1992 Y LA CONTRADICCION ENTRE FRENTE SOCIAL O FRENTE POLITICO. (ALMA NEGRA)

A modo de presentación:

A fines de la década de los 80 estaban encarcelados más de una treintena de presos políticos chilenos, pertenecientes mayoritariamente al MIR. Si inicia en la época un debate respecto a la forma organizativa que asumirían los presos políticos, producto de esta discusión surge el Frente de Presos Políticos como organización social, figura que se mantendrá hasta fines del año 1985 cuando el ingreso masivo a las cárceles de militantes del PC y FPMR, del PS y del Mapu-Lautaro cambia la correlación de fuerzas y se constituye el Frente de Presos Políticos como Frente Político que expresa el acuerdo de organizaciones políticas y no como frente social. Se entrega este trabajo justamente para graficar y evidenciar los distintos criterios de construcción social que existieron y que aún existen, y que tocan de alguna manera la relación partido-masas, el tema de construcción de alianzas, el tema de la democracia respecto a asambleas versus mesas políticas, entre otras, temas que, en la coyuntura que se esta viviendo, comienzan nuevamente a ser discutidos.

Destacamento de combatientes actuando en las líneas del enemigo era la definición existente entre los presos políticos de la Cárcel Publica a mediados de 1980. Casi un 80% de ellos miembros del MIR junto a un grupo reducido de miembros del PS Coordinadora Nacional de Regionales (CNR) y ex militantes o militantes sin partido. En su gran mayoría habían estado en la Calle 4 de la Penitenciaria, donde se había acuñado el concepto, muy similar al que en la etapa de los 90 se formularía como “Cárcel Combatiente” por las generaciones de esa época. Esta concepción partía del criterio que existía una guerra de hecho, que los presos políticos eran combatientes, y que como combatientes debían tener una organización para el combate y para el debate político. En su versión extrema, los “representantes” de los presos políticos eran “oficiales” que se entendían solo con los oficiales enemigos (gendarmería), siendo las formas de lucha circunscritas a una lucha al interior del penal: negarse al encierro, desencerrarse, tomarse la calle impidiendo el ingreso de gendarmes, huelgas de hambre. En su desarrollo, esta visión fue asumiendo rasgos verticales y quien no estuviera de acuerdo políticamente era tachado de “techerca” (variación del coa “cachete” o miedoso, amarillo) llegándose hasta el castigo físico entre compañeros discrepantes. Esta experiencia, tuvo muchos aciertos en cuanto a la defensa de los presos frente a un aparato represor impune, logro generar normas básicas de convivencia que perduraron muchos años respecto al comportamiento en prisión, principalmente de resguardo de la moral revolucionaria (entendida como una resistencia a la fuerte influencia de los usos y costumbres de los reos comunes y el cuidado de los procesos de formación política interna) y desarrolló los mecanismos básicos de comunicación y relación al exterior, incluido las técnicas de escondrijos, barretines de traslado y de mantención de documentación e incluso un incipiente trabajo de una red pequeña de colaboradores entre funcionarios civiles y uniformados de gendarmería.
Frente al desarrollo de esta experiencia, la respuesta de la dictadura fue la llamada “Dispersión”, acción operativa que determinó el traslado de de los presos a diversos penales de provincia y la adopción del criterio de que no se volvería a permitir calles especiales para los presos políticos, apostando Gendarmería a la descomposición del Frente de Presos Políticos al quedar a merced de la población penal común, incluso dos compañeros en un penales de castigo físico: Victoria.
En su ultima etapa esta concepción ya asumida por presos que están aislados entre si, en distintos penales, obliga a generar mayores productos técnicos para la comunicación inter penal, a levantar una organización de carácter nacional (Coordinadora nacional de Presos Políticos CNPP) radicada en Santiago, y al desarrollo de una línea de trabajo hacia la población penal común tanto como mecanismo de autodefensa como para la obtención de información de los penales en que se estaba recluido.

El Frente de Presos Políticos como “organización social” se va gestando a partir de varias circunstancias y como herencia de síntesis de la discusión que habían desarrollado los presos hasta esa fecha, siendo la más importante, el levantamiento de una serie de reivindicaciones muy concreta respecto a la vida y los derechos de los presos políticos al interior de un penal. Como circunstancias políticas es necesario mencionar que ya en esa etapa han cristalizado en Chile algunas experiencias de acciones directas de masas siendo encarcelados compañeros que vienen de esas acciones (entre otros el grupo miliciano “Michimalonco” de la Zona Sur que había estado ligado a la toma de la Iglesia de San Miguel, compañeros de la Fuerza central del MIR y de las Milicias de la Resistencia que habían participado en tomas de camiones y repartos de alimentos, castigo a sapos de las Universidades y poblaciones, por tanto vinculados a ese incipiente alza de la lucha de resistencia, compañeros de la Resistencia Popular vinculados al trabajo poblacional en Pudahuel y poblaciones La Legua y El Pinar), de otra parte, son encarcelados militantes de la Izquierda Cristiana quedando largos años preso el recordado “Guatón Suzarte”, militantes del PS IV Congreso y otro grupo de la zona norponiente constituido en grupo de resistencia y militantes del Partido Comunista vinculados al trabajo de masas de pobladores de Pudahuel, Las Rejas, La Legua, entre otros.

Se discute un organigrama de la organización social de los presos, asumiendo varios criterios:
- Todos los presos son victimas de la represión sin distinción entre ellos (independientemente si colaboró o delató producto de la tortura) por lo que se declara inaceptable castigo físico alguno sobre un preso político por parte de otro(s)
- Todos los presos políticos incorporados el Frente de Presos Políticos deben acatar un reglamento de comportamiento interno, participar del trabajo productivo de diversos talleres, asumir turnos de aseo y cocina, estar incorporado el sistema de autodefensa, socializar los productos alimenticios que le lleguen desde el exterior en una “carreta única”, velar por la seguridad de los documentos políticos en su poder.
- Todo preso político tiene el derecho de elegir y ser elegido en las instancias de dirección del frente, proponer y votar resoluciones políticas en las Asambleas de Presos Políticos.

Se asume que las organizaciones políticas existentes en el Frente de Presos Políticos pueden proponer a la Asamblea sus visiones o propuestas, sin embargo la soberanía en la toma de decisiones radica en las Asambleas y no en los acuerdos de mesas políticas o similares.

Lo más importante de esta concepción, es que luego de una etapa de lucha reivindicativa al interior de cada penal por el reconocimiento del status de preso político, de lograr reivindicaciones básicas (derecho a tener una “carreta” o espacio donde cocinar y comer juntos, derecho a tener herramientas para los talleres tales como balones de gas, martillos, sopletes, etc., derecho a mas de una hora de visita a la semana, derecho a horas de deportes, derecho de reunión), el “eje” de la actividad política cambia hacia el exterior vinculándose al movimiento de Derechos Humanos, a las organizaciones de “localidades” para apoyar política y materialmente a las organizaciones sociales de base. Surgen publicaciones que son escritas, diseñadas y financiadas por los presos e impresas por los familiares en el exterior: “Cárcel y Pueblo” de la CNPP, “El árbol” revista cultural de la Cárcel Publica, “Carreta Única” revista de la Penitenciaria.

Es una etapa de mucha lucha al interior de los penales pero conectada con las bases sociales que se van aglutinando junto a los presos y a la Agrupación de Familiares de Presos Políticos. Huelga de Hambre Nacional en defensa de los compañeros envenenados en Cárcel Publica, Toma del Recinto de Visita en Penitenciaria, Huelgas de Hambre Nacional para impedir los Consejos de Guerra, luego para impedir las Penas de Muerte que se habían solicitado a mas de diez compañeros y compañeras, Huelga Seca para frenar la oleada represiva post intento de fuga de 1985, Ayunos y actos políticos en visita para cada Jornada de Protesta Nacional. En conexión con las bases sociales de localidades se comienzan a realizar “Visitas Masivas” de alguna población, liceo o escuela universitaria, grupo cultural u organización comunal lo que rompe los mecanismos de visitas establecidos por gendarmería ante la masividad y combatividad de estos.

Estas actividades impactan tanto a gendarmería (crecen los apoyos y colaboradores cada vez mas activos entre vigilantes, médicos, enfermeras, asistentes sociales, contadores y administrativos) como a los propios reos comunes: la política de relaciones sembrada en la etapa anterior da resultados concretos y genera la división de los presos comunes: la gran mayoría simpatiza con ellos, un segmento es indiferente y un sector es usado por gendarmería y CNI para montar provocaciones o como en un caso en Valparaíso, dar muerte a un compañero.

Es una etapa de mucha actividad de la Agrupación de Familiares de Presos Políticos, con encadenamientos en el Congreso, tomas de iglesias, de radios, de recintos internacionales, de lucha callejera con detenciones, prisión o relegamiento a las dirigentes, de ataque y allanamientos del CNI a sus recintos de reunión, de mucha visita a sindicatos, organizaciones sociales de base, peregrinaciones, etc.

A fines del año 1985 e inicio del año 1986, esta forma de organización y de línea política de acción comienza a ser cuestionada por el cambio en la correlación de fuerzas al interior de los presos políticos. Como se ha señalado, comienzan a llegar muchos presos políticos ligados al PC (caso arsenales), al FPMR (atentado a Pinochet), pobladores y personas sin partidos detenidas en las protestas. El tipo de preso que existía antes de ese periodo podría ser definido como “cuadros políticos” con formación, rigurosidad, mucho compromiso. La llegada masiva de los antes señalados, comienza a relajar las normas de funcionamiento que hasta ese entonces tenia el Frente de Presos Políticos y comienzan a producirse muchos conflictos: no se cumplen las cuotas de producción de talleres, no se cumple adecuadamente los turnos de aseo y comida, se relaja la moral y comienza a circular bebidas alcohólicas, drogas, pornografía, no se respeta la carreta única y comienzan a producirse “descuelgues” del funcionamiento como Frente de Presos de grupos que presionan por otra forma de relación política: la mesa política y que cada organización política se organice respecto a la vid en prisión de manera autónoma. Adicionalmente, los ejes políticos- reivindicativos también comienzan a cambiar: mientras los antiguos (hasta el 85) se centran el luchar contra las penas de muerte, consejos de guerras, vinculándose al trabajo político y de apoyo a las localidades, el nuevo contingente se centra en mejorar las condiciones de vida: más horas de visitas, más días de visita, derecho a visita conyugal, más horas de deporte y extensión del horario del desencierro.

Estos procesos no son homogéneos respecto a los diversos penales, por cuanto en Valparaíso por ejemplo, el Frente de Presos se mantuvo cohesionado, luchando en ambas direcciones. Y existieron ritmos distintos particularmente entre Penitenciaria y Cárcel Publica en Santiago, porque gendarmería opto por dejar siempre a los recién condenados en Penitenciaria por lo que históricamente fue distinta su situación, incluso en los 90´cuando los presos “de la transición son agrupados ahí, y posteriormente se construye el Penal de Alta Seguridad en su interior.

Finalmente, luego de una etapa de transición (año 1986) en que funciona el Frente de Presos como organización política pero también se instala una Mesa Política, termina por imponerse el esta ultima forma organizativa desapareciendo todos los elementos comunes que anteriormente habían existido: talleres, aseo, cocina, carreta única, disciplina, reglamentos, Asambleas.

El Frente Político de los Presos Políticos
Pocos meses antes de que comenzaran a vivirse los conflictos mas graves de división y fragmentación de la organización de presos políticos, ya la organización social previamente existente ha dejado de funcionar. Cada organización política construye sus propios espacios comunes para la vida en prisión (carretas o comedor, talleres propios, reglamentos o criterios de convivencia propios, deportes, reuniones o asambleas propias) desapareciendo todos los elementos de vida en comuna, exceptuando las visitas que se hacen en conjunto. El criterio que predomina es que todo preso responde a una orgánica y que es cada orgánica la que tiene la potestad, soberanía, responsabilidad y representatividad respecto a sus militantes, por lo que desaparece el funcionamiento colectivo y se establece una mesa política que fija la política a impulsar y al mismo tiempo discute los problemas de régimen o vida interna sancionando o no, internamente a quienes incumplen las normas establecidas ahora por cada organización.

Esta solución generará varios problemas; uno de ellos es que no son pocos los compañeros que llegan a prisión que no tienen militancia, un segundo problema surge cuando algunos compañeros cambian de militancia al interior de la cárcel (lo que produce roces entre la orgánica que deja y la orgánica a la que llega), un tercer problema es que cada organización genera criterios diferentes respecto a las normas (algunos aceptan o hacen vista gorda respecto a la droga, alcohol, “negocios” con los presos comunes) por lo que se generan muchos conflictos que no logran ser canalizados o resueltos, un cuarto problema es que al no existir espacios comunes de trabajo, cada organización política se va cerrando en si misma y son muy pocos los espacios de contactos en común lo que deriva en altos grados de sectarismo, casi nulo debate político en común, y el manejo de la información política y el debate político cerrado entre “representantes” (la mesa) sin que las bases participen directamente de él, lo que al mismo tiempo genera las caricaturas de las posiciones de los “otros” y los mayores o menores niveles de manipulación de la información y debate político dependiendo de cada orgánica, su vida interna y niveles de funcionamiento , con lo que se pierde la transparencia del funcionamiento colectivo y de asambleas de la etapa anterior en que todos los presos podían acceder de manera directa a las opiniones y reflexiones políticas de las otras organizaciones, debatiendo, sin estar a priori amarrado a una postura “orden de partido”.

Este proceso que logra mantenerse transitoriamente, va a ser fuertemente golpeado por las crisis que comienzan a darse en forma simultánea al interior del FPMR (surgimiento del FPMR autónomo), del MIR (quiebre en fracción Gutiérrez, fracción Pascal Allende, fracción Comisión Militar), quiebres que a su vez generan un nuevo grupo de presos que se desvinculan de las diversas orgánicas, y en paralelo se producen los realineamientos políticos generales: PS, PC, MIR-R trabajando en una coordinación común, FPMR autónomo, MIR Pascal, MIR Comisión Militar en otra coordinación, y sin integrarse a ninguna pero vinculándose con ambas los presos del Lautaro y los presos sin partidos.
A estas alturas del proceso las relaciones entre los grupos son tensas, conflictivas y de mucha fricción, relaciones que entran cada vez más en crisis por los hechos políticos externos a la cárcel: la campaña por el plebiscito, la campaña electoral, la mantención de la lucha armada del FPMR-A, del Lautaro; MIR CM, llegando a su máxima expresión cuando se instala el gobierno de la Concertación y a través de las leyes “Cumplidos” divide a los presos políticos en presos por hechos políticos y presos por hechos de sangre ofreciendo, por supuesto formulas rápidas de salida para los primeros en desmedro de los acusados por “hechos de sangre” (acciones de enfrentamiento armado con resultados de muertos en las acciones) lo que termina por quebrar definitivamente la unidad del frente de presos políticos, trasladándose este quiebre a la Agrupación de Familiares de Presos Políticos, a otras instancias de Derechos Humanos como CODEPU (Surgen los CODEPU regionales y posteriormente otras organizaciones ligadas a los presos del FPMR-A , y a los presos del Lautaro, Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (surge la Agrupación 119 o línea Fundadora), trasladándose dichos quiebres a los espacios territoriales, poblaciones, estudiantiles vinculados a los presos, sumándose al proceso de fragmentación y atomización que se comienza a generar en todo el campo popular y que se incrementara en los años posteriores.


Se debe reiterar que este es el proceso ocurrido principalmente en Santiago, que no es similar a las experiencias vividas en provincias, como tampoco la experiencia de las mujeres en prisión.

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