miércoles, 4 de mayo de 2011

PRIMERO DE MAYO 2011 - SANTIAGO DE CHILE

ESTA ES LA IMAGEN QUE MAS ME GUSTÓ EN LA MARCHA.
AGRADECIMIENTOS TITO CARREÑO
elbucanerofantasma.tumblr.com

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Velo de lluvia (Alma Negra)

Como velo suave, caía la llovizna
mojando las piruetas que para ella dibujaba.

Ruedas de carreta, para que sus ojos me regalara,
camino sobre manos, para ver su risa clara.
Roberto, que ya se fue para siempre,
reía oteando si su visillo se movía.
mi amigo, amigo, también la quería.

Días de sol, correteando mariposas,
pequeños garinchas de pelotas descosidas,
y la fabrica, corazón de la población protegiendo
la alegre inocencia de vida simple viviendo.

Nadie nos advirtió que venía la hecatombe,
del choque entre el sueño y el verdadero hombre.
Nadie dijo que no habría más ruedas de carreta,
que lapidados, colgados, asesinados por bayonetas
que mil traiciones, arrancarían del alma la inocencia.

Hoy como suave velo otra vez la lluvia cae
sobre Luciano mi niño, su bicicleta y sus piruetas.
Nada sabe de Arcadia devorada por los buitres,
ni conoce aún los ciento diecinueve nombres.

(Yo no puedo reír
en esta paz de sepulcros y nuevos señores)

Un murmullo sordo, feroz y lleno de cicatrices
se arrastra por las calles polvorientas de la población,
rebotando entre pehuenes, caletas, cansado de privación.

Cuidado mi niño, los lobos ahí están
enormes sonrisas sus garras cubrirán.
Pequeño mi niño, disfruta tu sueño mejor,
Es mentira que los hombres y mujeres
hermanos son.

Armado de ternura, con ojos escrutadores serás
Niño, mi niño, que triste, la guerra también veras

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martes, 3 de mayo de 2011

Matar a Bin Laden, resucitar a Al-Qaeda (Santiago Alba Rico - Cubadebate)

Una de las grandes sorpresas que habían deparado los levantamientos populares en el mundo árabe es que habían dejado momentáneamente fuera de juego a todas las fuerzas islamistas y muy especialmente, claro, a la más sospechosa y extremista, Al-Qaeda, marca comercial de oscuro contenido largamente instrumentalizada para sostener dictadores, reprimir toda clase de disidencia y desviar la atención lejos de los verdaderos campos de batalla. Con indicaciones de amplio espectro, como la aspirina, Bin Laden reaparecía cada vez que hacía falta atizar la “guerra contra el terrorismo”; se le mantenía con vida para agitar su espantajo en encrucijadas electorales o para justificar leyes de excepción. Esta vez la situación era demasiado grave como para no usarlo por última vez, en una orgía mediática que eclipsa incluso la boda del príncipe Guillermo e introduce efectos muy inquietantes en el mundo.
Cuando parecía relegada al olvido, definitivamente arrinconada por los propios pueblos que debían apoyarla, reaparece Al-Qaeda. Un desconocido grupo, en nombre de esa patente, asesina a Arrigoni en Palestina; días después, en plena efervescencia de las protestas antimonárquicas en Marruecos, una bomba estalla en la plaza Yamaa Fna de Marrakesh; ahora reaparece Bin Laden, no vivo y amenazador, sino en toda la gloria de un martirio aplazado, estudiado, cuidadosamente escenificado, un poco inverosímil. “Se ha hecho justicia”, dice Obama, pero la justicia reclama tribunales y jueces, procedimientos sumariales, una sentencia independiente. Más sincero ha sido George Bush: “Es la venganza de los EEUU”, ha dicho. “Es la venganza de la democracia”, ha añadido, y miles de demócratas estadounidenses zapatean de alegría delante de la Casa Blanca, saltando con bárbara euforia sobre tibias y calaveras. Pero democracia y venganza son tan incompatibles como la pedagogía y el infanticidio, como el alfabeto y el solipsismo, como el ajedrez y el juego. A los EEUU le gustan los linchamientos, sobre todo desde el aire, porque sabe que son más poderosos que los principios. “El mundo siente alivio”, afirma Obama, pero al mismo tiempo alerta de “ataques violentos en todo el mundo tras la muerte de Ben Laden”. ¿Alerta? ¿Avisa? ¿Promete? ¿Qué alivio puede producir un asesinato que -se dice al mismo tiempo- pone en peligro a aquellos a los que presumiblemente se quiere salvar?
Este era el momento. Al-Qaeda vuelve a dominar la escena; Al-Qaeda vuelve a saturar el imaginario occidental. Mientras el presunto cadáver de Ben Laden es arrojado al mar, Bin Laden se apodera fantasmalmente de todas las luchas y todas los deseos de justicia. Se cumplirá el vaticinio de Obama: habrá ataques violentos por todas partes y el mundo árabo-musulmán volverá a ser un bullicio de fanatismos y decapitaciones, quieran o no quieran sus poblaciones. Entre democracia y barbarie, es evidente, EEUU no tiene duda: la barbarie se ajusta mucho más al “sueño americano”.
No sabemos si se ha matado realmente a Bin Laden; lo que está claro es que el esfuerzo por resucitar a toda costa a Al-Qaeda pretende matar los procesos de cambio comenzados hace cuatro meses en el mundo árabe.

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