martes, 24 de mayo de 2011

MAYO DE LUCHAS: ¿NUEVO BROTE ESPORADICO O EL INICIO DE UN PROCESO DE ASCENSO DE LUCHA DE MASAS?

Aun no termina el mes de los trabajadores y está claro que ha sido movido en todos lados. Como hacia tiempo no se expresaban en lucha y en la calle, con diversas formas, miles de personas y en distintas localidades. Movilizaciones pacificas, lucha callejera, huelga de hambre de los presos mapuches, marchas multitudinaria, piquetes reducidos, cacerolazos, toma de carreteras y puentes. Lucha para impedir la instalación de Hidroaysen, lucha en defensa del agua de los pozos que grandes empresas absorben robándola a pequeños agricultores, lucha por la libertad de los presos, lucha contra la instalación de antenas, represas, empresas contaminantes, lucha contra la educación de mercado, luchas en contra de juicios arbitrarios, lucha de trabajadores por sus reivindicaciones y en contra de las burocracias sindicales, impulso de comités amplios, coordinadoras, redes, mesas políticas. Mosaico de movilizaciones y movidas que surgen desde abajo, mientras los poderosos intentan a toda costa mostrarnos un país domesticado, dócil, e imponer su agenda mediática: la cuenta publica del gobierno, la discusión del post natal y las mochas intramuros del parlamento entre los que administraron el modelito neoliberal y nos impusieron termoeléctricas, Hidroaysen, educación de mercado y que ahora se dan vueltas de carnero para “estar con las masas” y los patrones en el gobierno que intentan revertir el descredito ascendente, la perdida de respaldo ciudadano y que puntualmente parecen estar sin mucha iniciativa recurriendo a lo de siempre: el garrote y la represión.
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    Cuatro imágenes para recordar: la primera, Lagos, el socio más importante de Concertación Limitada, consecuente con toda su gestión anterior sale a apoyar el proyecto Hidroaysen un día, para darse vuelta de carneros al día siguiente. No es para la risa, es patético como trata de seguir su conducta de servidor de las grandes empresas (recuérdese que la energía eléctrica que consume la ciudadanía en un porcentaje ínfimo comparado con la energía que requieren los megaproyectos de explotación minera) y al mismo tiempo quedar bien con los “potenciales electores”. Nunca quedas mal con nadie, fue éxito de Los Prisioneros. Pero canción repetida es canción podrida. La segunda imagen es la de un señor que dice ser Ministro del Interior que promete un día que no serán usaran bombas lacrimógenas para reprimir las movilizaciones y al día siguiente las autoriza sin asco alguno. ¿Se asustó por la sentencia del Juzgado que ordeno liberar a todos los detenidos de las primeras manifestaciones y que señaló que Carabineros se excedía en sus funciones? ¿Se asustó al saber el poder de las bombas usadas? ¿O quizás tuvo temor que los astros de las ligas mayores (Maraco Obama y Cía) instalaran un paragua protector de la ciudadanía movilizada tipo Libia con bombardeos y tanque incluidos? Lo que está claro que el “sistema democrático chileno” permite todo tipo de discusión entre honorables que “nos representan” en las tibias salas del parlamento, pero reacciona con toda violencia frente a quienes intentan expresarse directamente, sin representantes que se venden, se dan vueltas de carnero, que participan de los mismos negocios que se suponen fiscalizan o sobre los que legislan. La tercera imagen es de Panquehue. Pueblito que está cerca de donde el diablo perdió el poncho, un poquito más acá de Los Andes. En una carretera donde penan las ánimas la cosa está que arde: centenares de viejos, viejas, cabros chicos, temporeros, familiares de mineros enfrentando con barricadas, fogatas, piedras y chuchadas al grupo móvil que va a desalojarlos porque reclaman AGUA porque las grandes empresas están secando sus escuálidos pozos. Pelea como la de Camarones, de todo un pueblo – chico por demás- grande en decisión y fuerza. Y que luchan por sobrevivir. Nada más ni nada menos. Luchan porque para ellos el modelo económico exitoso para el puñado de ricachones de este país los está conduciendo simplemente a la muerte. Dramático, pero más que real. La cuarta imagen: Un joven en Valparaíso en medio de la nube toxica lanzada por quienes son pagados por todos los ciudadanos para protegernos. Usa un vestido de mujer. Con toda calma salta las vallas de contención, se desnuda y corre hacia los xilones, todo plástico, cascos, palos y armas ellos, los duros, aguerridos. El simplemente desnudo, sin armas, a cara descubierta, sonriendo, simbolizando quizás que nos tienen empelotados ya con toda su dominio y explotación, simbolizando quizás lo que rezaba un gran lienzo: ¡CHILENOS: LA CONTIENDA ES DESIGUAL! Palabras dichas por el héroe cuya gesta se conmemora el 21 de mayo. Para muchos, las movilizaciones actuales son causadas por una determinación política de la Concertraición, reforzada por el Partido Comunista, que buscan retomar una iniciativa política perdida hace ya mucho, con miras a las próximas elecciones. Una especie de retorno a los años de la Asamblea de la Civilidad y el MDP, en la época de la dictadura, donde lograron conducir al movimiento de masas a la salida negociada y pactada que finalmente los ubicó en el Gobierno y de paso en pingües negocios y empresas. Para otros, es la irrupción de formas de lucha “ciudadanas” asumiendo temas “nuevos”, quizás “modernos” como son el tema ambiental, la discusión sobre la matriz energética, la defensa de la Pachamama, y similares. Se estaría, de alguna manera señalando la irrupción de nuevos actores, de nuevas temáticas que buscan como objetivo ultimo, no transformar el capitalismo ni la revolución social, sino hacerlo más humano. Lo cual, se sostiene, explica que se sumen multitudes que no quieren revolución, ni transformaciones sociales profundas, sino que las ya conocidas reformas al sistema. No faltan las explicaciones respecto a que estas movilizaciones son por “contagio” de lo que está ocurriendo a escala planetaria: la crisis global que tiene expresiones en la disputa cada vez más aguda entre USA y China en el terreno económico, la crisis del Mercado Común Europeo que tiene en la quiebra de Islandia su máxima expresión, pero no menos grafica en los problemas de Grecia y pisándole los talones Portugal y España, todo lo cual está generando movilizaciones como la de “Puerta del Sol”, o similares en Alemania, que replican las formas asumidas por el mundo árabe en sus movilizaciones. Fenómeno que no es nuevo y que se ha expresado ya en otros tiempos y otras circunstancias (Mayo Francés, Guerrillas copia de Sierra Maestra, la propagación de los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad luego de la Revolución Francesa, etc.) A nuestro juicio, en las movilizaciones de este mes, existe un poco de todo esto. O mejor dicho, concurren a las movilizaciones todas estas fuerzas y motivaciones. Es más, a propósito de las movilizaciones en contra de Hidroaysen, se movilizan fuerzas locales que asumen la consigna centra pero la ligan inmediatamente a la reivindicación local, propia o particular, constituyendo un enjambre de reivindicaciones “colgadas” o “sumadas” a la convocatoria principal. No a Hidroaysen, y contra la educación de mercado. No a las termoeléctricas, pero no también a las antenas. No a las represas pero libertad a los y las presas. Es la característica de todo movimiento popular que empieza a desplegarse. Sumar, unir, articular luchas y fuerzas tras un objetivo común. Durante muchos años hemos visto en Chile un movimiento popular que lucha episódicamente. ¿Quién no recuerda la lucha de los mineros de Lota? ¿De los pescadores artesanales? ¿De los funcionarios de las AFP? ¿De los deudores habitacionales? ¿De los Sin Casa? ¿La “revolución” de los pingüinos? Visto desde lejos, se trata de un sector social que arremete con todas sus fuerzas contra el Gobierno y el Estado, que luego es llevado a la mesa de negociones, se descomprime la radicalidad, se entregan soluciones parches y seria todo. Hasta que otro sector se moviliza frente a la indiferencia (o a lo sumo una declaración de solidaridad) de los restantes sectores. Las lecciones comienzan a ser aprendidas, principalmente en regiones. Nunca más solos comienza a tomar cuerpo y se sacan del baúl de los recuerdos formas organizativas que fueron en el periodo 70-73 la máxima expresión de poder popular, pero al mismo tiempo de democracia interna: las coordinadoras que tuvieron su bautizo de fuego en los años de lucha contra la dictadura. No se trata de las coordinadoras “mulas”, esas constituidas por tres o cuatro grupos políticos locales que conforman una “mesa política” y que entre cuatro paredes deciden que se hace y que no se hace. Se trata de coordinadoras de organizaciones sociales reales, que debaten y toman acuerdos en Asambleas donde cada miembro de la Asamblea tiene un voto y ejerce su derecho en discusiones abiertas donde los diferentes partidos pueden exponer su opinión, pero nunca decidir porque la soberanía radica en la mayoría que asume posiciones debatiendo, creciendo en el debate, asumiendo colectivamente lo que se hace y no se hace, y no es mero receptor de ordenes o “maquinas” que se imponen. Es el tipo de organización que permite resolver la lucha por las reivindicaciones concretas, pero al mismo tiempo permite crecer políticamente a todos los integrantes de la asamblea, es este tipo de organización el que permite que las organizaciones políticas presenten sus propuestas o proyectos directamente a la gente y que se debata abiertamente la política concreta y no las declaraciones de principios o la propaganda de tal o cual bandera. Es esta instancia la única que puede permitir converger y unir realmente a los revolucionarios en una praxis concreta, ganándose el respeto de los miembros de la asamblea o de la organización que tienen o no militancia política. Es la instancia que permite incorporar a la lucha a las decenas y quizás centenas de ex militantes que hoy no reconocen orgánicas, cansados del debate estéril entre iluminados. Respondamos la pregunta inicial de éste artículo: estamos frente a un momento de algidez del movimiento de masas, de inquietud, de efervescencia. Es un momento como otros ya vivido en las últimas décadas, pero que se da en un contexto que potencialmente puede hacerlo crecer a una etapa de despliegue y de ascenso de las luchas. Confluyen hoy en él diversas posiciones y motivaciones, así como formas de lucha todas las cuales deben ser alentadas. Dependerá de los revolucionarios y su despliegue dentro de este movimiento el carácter que tome, existiendo hoy condiciones de mayor articulación a partir de las declaraciones de unidad y convergencia que muchas organizaciones políticas vienen manifestando y existiendo los mecanismos orgánicos para ello: las coordinadoras de fuerzas sociales y populares. La democracia directa, la asamblea y la movilización amplia recogiendo el máximo de demandas son las claves. Pero claramente este es un aspecto de la lucha revolucionaria, porque todos sabemos que la represión trabaja y no hay que regalarle nada. A buen entendedor, pocas palabras. ALMA NEGRA